Alfonso Topete-Betancourt. Héctor Eduardo Martínez-Flores. Seguramente te has dado cuenta de que en la etapa adulta de una persona es común padecer enfermedades degenerativas como la diabetes, la obesidad, diferentes tipos de cáncer, e hipertensión, entre otras. Hay diversos factores involucrados para presentar este tipo de enfermedades, por ejemplo, la falta de ejercicio, el estrés, una dieta baja en fibra, el consumo de alimentos procesados con conservadores, de mejoradores de sabores, de color, de edulcorantes artificiales, de aceites reutilizados en el freído con alto contenido de grasas trans, el contenido de acrilamida y por los altos índices de contaminantes, entre otros. Todo este desorden emocional, ambiental y alimenticio está directamente relacionado con trastornos como la colitis, úlceras gástricas, estreñimiento y colon irritado que, a su vez, se asocian como causantes del padecimiento de alguno de los más de cien tipos de cáncer, además que inducen a la obesidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado a la obesidad y al cáncer como problemas de salud pública a nivel mundial, haciendo un llamado a países como México, Estados Unidos y Canadá, a que implementen programas para reducir estos padecimientos, lo que significa, básicamente, realizar ejercicio y alimentarnos con productos más naturales. Por ejemplo, en el mediterráneo (España, Francia, Italia y Portugal), el cáncer de colon, próstata y mama, así como la obesidad, son menos comunes que en México y Estados Unidos de América. https://www.freepik.es/foto-gratis/vista-frontal-personas-cocinando-pizza-cocina_40132307.htm#fromView=search&page=2&position=24&uuid=4ac5f97c-cc9c-4af0-9daa-20f80698a617 Resulta que se ha encontrado que en la gastronomía mediterránea está presente el vino tinto y el aceite de olivo, siendo este último el de mayor importancia, puesto que, desde los primeros estudios, se observó que tenía la capacidad de controlar los niveles de colesterol. Diversas investigaciones llevaron a descubrir que uno de los principales responsables de esta actividad es la biomolécula β-sitoesterol, la cual inhibe la absorción del colesterol malo. Además, este aceite contiene omegas 3, 6 y 9, los cuales, por su consumo, disminuyen tanto el nivel de triglicéridos como los riesgos de una colesterolemia, ambos asociados con las enfermedades cardiovasculares. Por otro lado, como la tecnología no se detiene, se han desarrollo técnicas más sensibles para el análisis del aceite, encontrando que contiene biomoléculas como el hidroxitirosol, tirosol, flavonoides, lignanos, α-tocoferol, estilbenos, carotenos y escualeno, que son capaces de intervenir en diversos mecanismos bioquímicos, así como en la prevención y potencial contra el tratamiento del cáncer. Lo anterior, porque sus estructuras químicas son muy similares a los estrógenos esteroideos o estructuras moleculares de los vertebrados. Esto es muy importante porque les permite actuar como moduladores para reducir los procesos de proliferación celular, estrés oxidativo e inducir apoptosis celular (programación natural de muerte celular), así que son estas moléculas las que han posicionado al aceite de olivo como un agente de prevención de enfermedades degenerativas, pero… https://pixabay.com/es/photos/aceite-de-oliva-aceitunas-comida-968657/ La respuesta es que sí, de hecho, ni siquiera necesitamos vivir en el mediterráneo para disminuir la posibilidad de padecer enfermedades mórbidas o degenerativas. Como sabes, entre otras tantas cosas, en México se cultiva una gran cantidad de hectáreas de aguacate (Persea americana), un árbol nativo de América con una antigüedad de más de ocho mil años de antigüedad; no la trajeron los españoles. Sin embargo, aunque existen tres variedades botánicas, hay más de 400 cultivares o híbridos que se cultivan en el mundo, cuya diversidad está influenciada por el clima y tipo de suelo. No obstante, el cultivo del Hass es el que se ha convertido en un símbolo de sabor, color, olor, tamaño y consistencia únicos, y una marca de autenticidad mexicana, aunque su enorme demanda ha generado un aumento en el área de cultivo alterando ecosistemas, así como la biodiversidad endémica donde se produce, consecuencia, más bien, de una falta de planeación y de más estudios científicos que permitan seguir cultivando con el menor impacto al ambiente. De los frutos completos de este cultivar o de otros híbridos, se obtiene el aceite. El cultivo de aguacate ha mejorado la calidad de vida de quienes lo producen y México cuenta con una cosecha que representa el 30 % a nivel mundial, siendo el estado de Michoacán el que más produce y el principal exportador hacia Estados Unidos, Francia, Japón, Canadá, China, Chile y Australia, aunque hay una férrea competencia por estos mercados por parte de países como Perú, Chile, Países Bajos, España, Colombia, Kenia y Sudáfrica, quienes también se mantienen en la lucha por desplazar al aguacate mexicano. Comúnmente, el aguacate se consume directamente en pequeñas porciones; no obstante, es el guacamole el platillo más representativo. Pero, ¿sabías que se están llevando a cabo investigaciones e innovaciones tecnológicas en el desarrollo de productos tipo healthy o sanos para diversificar el consumo de aguacate? En la industria alimenticia, este fruto se procesa aplicando distintos métodos como el envasado de la pulpa a altas presiones, el liofilizado que permite conservar la mayoría de sus propiedades, o el secado por aspersión. Este último provoca cambios más notorios en color, sabor y valor nutrimental. Los procesos mencionados anteriormente permiten aumentar su vida de anaquel. Por otro lado, se están estudiando las propiedades de las diferentes partes del aguacate, como la cáscara, pulpa y semilla, encontrándose diversos compuestos, algunos de ellos tienen aplicaciones terapéuticas, como en el tratamiento contra la psoriasis que es una enfermedad de la piel, o la aterosclerosis, entre otras. Los atributos de sabor y textura en el aguacate se deben al contenido de aceite, y para su obtención se aplican diferentes etapas de proceso, en la que cada una tiene un impacto en la calidad nutrimental. Los procesos de extracción aplicados son extrusión, con el uso de disolventes, prensado, separación con agua a alta temperatura y el método cold-press o prensado en frío, siendo este último el más utilizado industrialmente. Los aceites se clasifican en aceite crudo (sin ningún tipo de tratamiento), refinados y extra refinados, a través de parámetros como el índice de acidez, valor peróxido, constantes K270 y K232. Con el refinado se producen aceites cristalinos, resistentes a la rancidez, con vida de anaquel mayor; cabe mencionar que la calidad del aceite de aguacate varía dependiendo de la región y condiciones de cultivo. Esta variación se observa en la relación del contenido de ácidos grasos saturados respecto al contenido de omegas 3, 6 y 9, así como la cantidad de antioxidantes. https://www.freepik.com/free-photo/weight-loss-scale-with-centimeter-top-view_13807346.htm#query=obesidad%20aguacate&position=9&from_view=search&track=ais El aceite de aguacate sin refinar, principalmente, y de frutos en estado de madurez óptimo, es el que contiene compuestos relevantes en la prevención del cáncer, como el hidroxitirosol, tirosol, α-tocoferol, lignanos, flavonoides y escualeno, que han sido usados en modelos con roedores de laboratorio o células cancerosas (Caco-2). Estos compuestos se encuentran en el aceite de olivo, resaltando su importancia entre el resto de los aceites. El análisis de los aceites de oliva y aguacate tienen especial valor cuando se conocen algunas cifras de personas con cáncer. Por ejemplo, en México, en 2018, de un total de 190 667 casos de cáncer, murieron 83 476 pacientes, y las cifras siguen aumentando, mientras que la obesidad es el principal problema público de México, ocupando el primer lugar en el mundo tanto de adultos como de niños. Por si fuera poco, en 2019, el 12 % de los decesos de la población masculina, entre 30 a 59 años, se debió a cáncer de colon o rectal, seguido por tumores de estómago (10 %) y de tráquea (8 %). Con relación a las mujeres, el 23 % de las muertes fueron por tumores de cáncer de mama, seguido por el cuello de útero (13 %). Y, desafortunadamente, el cáncer más común en niños es el de leucemia linfoide, que se presenta en una población de 0 a 19 años. Michoacán, uno de los estados con pocos casos de cáncer en comparación a Sonora y Veracruz, trató a 5 860 pacientes con cáncer uterino, colón y de mama en adultos, además de leucemia y sistema nervioso en 160 menores, según informó en 2020 la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM). El potencial anticanceroso del aceite de aguacate representado por el contenido de compuestos fitoquímicos antes mencionados, han mostrado una probable protección contra el cáncer de colon debido a la interacción con los radicales libres que inducen inflamación y proliferación, migración e invasión celular, a través de la regulación de rutas bioquímicas que controlan la expresión de genes relacionados con el cáncer. Si se aumentara el consumo tanto de pulpa como de aceite de aguacate, podría representar para México, lo que el aceite de oliva para el mediterráneo; esto se traduciría en mayor ingesta, básicamente, de escualeno que actualmente es de 30 mg/día, mientras que en el mediterráneo es de 200 a 300 mg/día en promedio, ¡sí que hay diferencia! Se sabe que el escualeno es muy importante, ya que al estar presente en suficiente cantidad en la célula, genera un ambiente de estrés oxidativo en las células cancerosas, controlando indirectamente la inflamación o crecimiento tumoral. Otro aspecto fundamental es que el consumo de las biomoléculas presentes en el aceite de aguacate, potencialmente ayuda a mantener nuestra microbiota intestinal saludable, permitiendo el desarrollo de bacterias benéficas para el correcto funcionamiento de nuestro intestino y así tener tanto una mejor absorción de nutrimentos como una mayor protección contra patógenos responsables de inducir desórdenes fisiológicos o enfermedades que aumentan la posibilidad de padecer cáncer u obesidad. En la actualidad, se llevan a cabo investigaciones en modelos celulares para explorar y comprender a fondo el comportamiento del aceite de aguacate y de olivo en la malformación y desarrollo celular. Estos productos funcionales podrían ser integrados a la dieta en casos con problemas de cáncer u obesidad, al mismo tiempo que su consumo en personas sanas contribuiría a prevenir o disminuir el padecimiento de enfermedades mórbidas como se le ha atribuido al aceite de olivo dentro de la dieta mediterránea. En México somos productores de aguacate y vinos tintos, por lo que contamos con la disponibilidad de asemejar nuestra dieta con la del mediterráneo.
Castorena-García J.H., Rojas-López M., Delgado-Macuil R. y Robles-De la Torre R.R. (2011). Análisis de pulpa y aceite de aguacate con espectroscopia infrarroja. Conciencia Tecnológica, 42, 1-6. https://www.redalyc.org/pdf/944/94421442002.pdf Rodiles-López J.O., Arriaga-Martínez L.P., Martínez-Flores E.H., Zamora-Vega R., García-Martínez R.M. (2018). Development of an added tortilla with avocado and nopal flours and its effect on the reduction of cholesterol, triglycerides and glucose in rats. Revista de Ciencias Biológicas y de la Salud, 2, 71-77. https://www.redalyc.org/pdf/6729/672971083009.pdf Pérez-Rosales R., Villanueva-Rodríguez S. y Cosío-Ramírez R. (2005). El aceite de aguacate y sus propiedades nutricionales. e-Gnosis, 1-11. https://www.redalyc.org/pdf/730/73000310.pdf
Posdoctorado en la Facultad de Químico Farmacobiología,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Morelia, Michoacán.
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Profesor-Investigador, Facultad de Químico Farmacobiología,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Morelia, Michoacán.
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Entonces, ¿el aceite de aguacate podría competir con el aceite de olivo?
Similitudes de los aceites de olivo y de aguacate