Tianguis de trueque en México

Escrito por Yaayé Arellanes Cancino y Eduardo Enrique Aguilar

Fotografía: Yaayé Arellanes Cancino

En México contamos con diversos espacios para adquirir alimentos, abarrotes y todo lo que necesitamos. Algunos tenemos la oportunidad de decidir en dónde comprar, desde grandes almacenes hasta la tiendita de la esquina. Estas opciones cambian si estás en el campo o en la ciudad. En los pueblos es más común encontrar mercados y tianguis.

En este artículo te platicamos sobre los tianguis, su origen y una de las características que algunos tienen: el trueque, con el que se realiza el intercambio de artículos. Esta acción genera vínculos y ayuda mutua, principios que han sido retomados desde el campo hasta la ciudad.

 

¿Qué es un tianguis?

En general, conocemos como tianguis a los sitios de abastecimiento que se instalan uno o más días a la semana en una calle fija de nuestras colonias. Este mercadillo ofrece prácticamente todo lo que necesitamos, desde alimentos, antojitos, ollas, ropa, música, plásticos, hasta electrodomésticos. La palabra tianguis proviene del náhuatl tiyanquiztli, que significa ‘mercado’ y se ha usado para distinguir el mercado tradicional que ha existido en Mesoamérica desde la época prehispánica.

Los tianguis han ido cambiando a lo largo de los siglos. Una representación moderna del tianguis es justo el que llega a nuestras colonias, pero hay tianguis que se realizan desde la época prehispánica en el mismo lugar. Actualmente existen estos mercados como lugares de abasto llenos de colorido y tradiciones propias del sitio en donde se encuentran. Estos tianguis se ubican estratégicamente en pequeñas ciudades o pueblos y permiten el abasto de localidades a su alrededor. Prácticamente hay mercados tradicionales en todo el país, algunos ejemplos son: el tianguis de Chilapa, Guerrero que tienen más de 600 años celebrándose; los mercados de Tlacolula y Tlaxiaco en Oaxaca; Cuetzalan y Tehuacán en Puebla; Zacualpan de Amilpas en Morelos; y Pátzcuaro, en Michoacán. Además de adquirir todo el mandado, los asistentes pueden encontrar alimentos, frutas o verduras y productos elaborados en la región.

 

Trueque en los tianguis

En muchos de los tianguis tradicionales existen intercambios no monetarios, es decir, se obtiene un recurso o bien a cambio de otro, es lo que conocemos como trueque y es muy importante para la obtención de recursos o artículos al cambiar unos por otros es muy importante para los beneficiados ya que en muchos casos permite a la gente sobrevivir. Además, el trueque permite más elementos que solo los beneficios del abasto ya que se suman los afectos, las emociones, las historias, y/o los vínculos de compadrazgo o amistad, los cuales, hacen que esta tradición fomente lazos entre los que lo realizan.

¿Cómo se lleva esta interesante transacción? Las personas que intercambian normalmente son mujeres acompañadas de sus parejas o familia. Ellas y ellos colocan sus «puestos» a nivel del suelo o en un plástico y ahí colocan todo lo que llevan para que lo vean otros asistentes. Los interesados se acercan y ofrecen otro producto por el que están viendo. Por ejemplo, en Pátzcuaro se ofrece maíz por pescado o en Tehuacán un quelite llamado pipicha por tunas. Las cantidades que se cambian depende del regateo que se da entre los participantes. Por ejemplo, si estuviéramos en Pátzcuaro, en el tianguis de cambio, podríamos ver como una señora le ofrece a otra un cuarto de kilo de maíz por una mojarra. Si la pescadora exigiera más, puede solicitar más maíz u otro producto que le ofrezcan como limones, guayabas, o lo que vea que trae la otra señora.

El intercambio se lleva a cabo cuando se llega a un término justo para ambas partes. Si no se llega a un acuerdo, los productos se ofertan nuevamente. En una ocasión un señor se quedó solo  en su puesto y no quiso realizar el trueque hasta que regresara su esposa. Comentó que para hacer este intercambio se requería de experiencia y paciencia. La esposa del marchante era la que sabía cambiar, ya que a él lo chamaquearon más de una vez, es decir, se aprovecharon de su inexperiencia para regatear y dio mucho más de lo que recibió a cambio.

Recapitulando, el trueque es un intercambio de bienes que requiere la experiencia de aquellos que participan en la transacción y que se abastecen de productos que consideran importantes para llevar a su casa, gran parte de ellos, para su mesa. No hay normas escritas para el intercambio, las personas deciden las reglas mínimas de convivencia. El intercambio de artículos es de acuerdo común y se busca la negociación justa para los que intervienen.

En muchos tianguis que tienen trueque, el maíz es uno de los productos más importantes y se puede cambiar como semilla o maíz, o el maíz procesado como tortilla o tamal. Esta negociación depende del sitio en donde nos encontremos. Hay tianguis en donde el trueque es marginal, solo se presenta entre algunas personas como vemos en Tlacolula o en Tehuacán, mientras que hay otros en donde es la principal transacción como en los tianguis anuales en San Sebastián Zinacatepec, Puebla o el tianguis semanal de Pátzcuaro. 

Trueque en la ciudad

La práctica del trueque ha sido retomada en las ciudades para intercambiar productos desde distintos lugares. En diversas universidades públicas de Veracruz, Michoacán y Oaxaca y la UNAM se busca cambiar y/o reutilizar productos que están en buenas condiciones que ya no son necesarios para alguien, pero que puede ser de utilidad para otros. Lo que mueve a estas ferias o mercaditos de trueque es propiciar entre sus asistentes un consumo responsable y el reúso, con la finalidad de disminuir la generación de residuos y el consumismo, y claro, la ayuda mutua. Algunas cosas que se intercambian son: libros, ropa, mochilas, jabón para ropa, plantas, comida preparada, semillas, objetos de barro, entre otros. Esta actividad en el ámbito universitario es semestral o anual.

 También existen las ferias o tianguis en distintas ciudades en donde se reúnen productoras y productores agroecológicos, y/o de pueblos originarios, personas que intercambian lo que producen o semillas y espacios que les permite compartir saberes del campo para fortalecer sus cultivos. En Jalisco existen ferias agroecológicas y diversos colectivos que invitan a la ciudadanía a participar en los tianguis de trueque, llevando artículos que no estén usando con la consigna de dar un giro ambientalista al señalar que se busca darle mayor vida útil a los objetos. Estos espacios se realizan de manera regular o emergente.

En la Ciudad de México hay una interesante propuesta de un mercado de trueque, en donde puedes intercambiar tus residuos inorgánicos por productos agrícolas locales. Como si fuera una kermés, llevas residuos limpios de latas de aluminio, papel, cartón, pet, entre otros, en buen estado y te los cambian por boletos que puedes canjear por productos agrícolas y otros alimentos. Esta actividad tiene la finalidad de educar a la ciudadanía a través del reciclaje y a consumir local y de temporada. Los productos agrícolas son cultivados en los pueblos originarios de la Ciudad de México, tales como Xochimilco y Milpa Alta. Además, consumiendo productos locales se evitan largas horas de traslado, consumo de combustible y como consecuencia, se promueve la reducción de gases de efecto invernadero. Desafortunadamente algunos colectivos y programas están detenidos por la pandemia de Covid-19, pero se han ido retomando poco a poco.

Como vemos, existe un abanico de posibilidades de los espacios y objetivos de los tianguis o mercados de trueque en las ciudades. Estos lugares tienen diversos fines: ambiental, social, identitarios y de resistencia a través de los productores locales, quienes se reúnen para fortalecer su identidad y refrendar sus vínculos de cercanía. En todos los casos se genera una cohesión social y una mayor conexión con las personas, debido a que se identifica que el trueque permite intercambios sin que medie una moneda,  esto genera una mayor unión. El vernos como iguales, como individuos que tenemos necesidades y que podemos apoyarnos, ayuda a refrendar vínculos y respeto entre los ciudadanos.

 Tianguis de Trueque, Parque de la Revolución, Guadalajara, Jal.
Archivo: Eduardo E. Aguilar.

Los tianguis en situaciones emergentes

En un inicio, el objetivo de los tianguis de trueque fue el abastecimiento de comida y de productos básicos. La importancia que tiene esta transacción en la cohesión social y el beneficio mutuo ha cambiado y ahora encontramos una gran variedad de objetivos y propuestas desde espacios donde se realiza el trueque. Se valora a quienes producen y el beneficio mutuo. Se reconoce el trabajo del otro, o el articulo que cambia, así como esa persona valorará lo que yo le ofrezco.

Hoy en día, la crisis sanitaria por SARS-CoV-2 profundiza la crisis económica mundial generando, entre muchos efectos, desempleo y cierre de negocios. Las familias ingeniosamente encuentran alternativas ante tal escenario. Así, los tianguis y el trueque que perduran desde tiempos prehispánicos, se convierten en una alternativa solidaria tanto en el campo como la ciudad porque ofrecen, no solo abastecimiento, sino también el acercamiento y convivencia entre personas que, en su conjunto, generan bienestar personal y colectivo.

 

 

Para Saber Más:

Arellanes Y. y A. Casas. 2011. Los mercados tradicionales del Valle de Tehuacán-Cuicatlán: antecedentes y situación actual. En Nueva antropología, 24, 93-123. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-06362011000100005&lng=es&nrm=iso&tlng=es

Colin L. 2007. Experiencias en torno al dinero alternativo, fortalezas y debilidades. En Pasos, 132, 11-222. http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/Costa_Rica/dei/20120706030328/ experiencias.pdf

 

Dra. Yaayé Arellanes Cancino, Investigadora Cátedras CONACYT, Facultad de Economía, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

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Dr. Eduardo Enrique Aguilar, Doctor en Economía Política del Desarrollo, Profesor Investigador del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Monterrey.

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