ARTÍCULO
¿El territorio mexicano se está desertificando?
María Guadalupe Cortés-López
Resumen
Más del 65 % del territorio mexicano está constituido por regiones áridas, semiáridas y subhúmedas secas. Los ecosistemas que conforman cada una de las regiones secas del país, están siendo fuertemente deforestados y degradados para priorizar actividades humanas, como la ganadería y el cambio de uso de suelo (agricultura y urbanización). Las sequías han sido un fenómeno climatológico causante del aumento de esta desertificación, debido a su intensidad y frecuencia de ocurrencia en el país y, en consecuencia, las zonas secas son aún más susceptibles al déficit de humedad, erosión de sus suelos y reducción de agua disponible. Para hacer frente a la desertificación y mitigar sus efectos, podemos optar por prácticas sustentables.
Palabras clave: Desertificación, México, susceptible.
RECIBIDO: 28/06/2024; ACEPTADO: 30/10/2024; PUBLICADO 03/11/2025
En años recientes, la sociedad mexicana ha sido testigo del deterioro (erosión) de los suelos, del incremento de las temperaturas y de las sequías prolongadas en el territorio mexicano. Estos problemas se atribuyen a la pérdida de cobertura vegetal, principalmente, por la deforestación, que es una de las varias causas del aumento de los procesos de desertificación y su progresividad en el país. Este artículo tiene por objetivo informar los factores principales que posibilitan los procesos de desertificación del territorio mexicano.
A todo esto, ¿qué es la desertificación?
Según la Convención de las Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación (UNCCD), la desertificación es la degradación de la tierra en regiones áridas, semiáridas y subhúmedas secas que se debe, ante todo, a las actividades del hombre y a las variaciones climáticas.
Entre los factores humanos generales causantes de la desertificación tenemos:
- La deforestación
- Malas prácticas ganaderas
- Sobreexplotación de los acuíferos
- Sobreexplotación del suelo por actividades agrícolas
Para los factores climáticos generales causantes de la desertificación encontramos:
- Baja humedad del suelo (aridificación)
- Elevada evaporación
- Cambios en los patrones de precipitación (disponibilidad de agua, distribución de las masas de aire y temperatura)
México, susceptible a la desertificación
El 65 % del territorio nacional, con una superficie aproximada de ciento veinticinco mil millones de hectáreas, está constituido de tierras secas. El territorio se distribuye entre las zonas semiáridas (34.7 %), áridas (18.9 %), subhúmedas secas (10.8 %) e hiperáridas (menos de un 0.7 %). Las zonas áridas corresponden a la extensión de tres desiertos principales de América del Norte: 1) El desierto de Baja California, ubicado en los estados de Baja California Norte y Sur; 2) El desierto de Sonora, ubicado por toda la franja costera de este estado, y 3) La parte centro-norte del desierto de Chihuahua, ubicado en los estados de Chihuahua, Durango y Coahuila.
Las zonas hiperáridas corresponden a una pequeña extensión del noreste de Baja California Norte. Las zonas semiáridas cubren gran parte de los estados de Nuevo León y Tamaulipas, y de los estados de Hidalgo, San Luis Potosí y Querétaro. También incluye el territorio este de Sonora, el oeste de Chihuahua, Sinaloa, Durango, Zacatecas, Nayarit, Jalisco, Aguascalientes y Guanajuato. Además, incluye una pequeña región del complejo del Valle Tehuacán-Cuicatlán, ubicado entre los estados de Oaxaca y Puebla.
Las zonas subhúmedas secas se encuentran en los estados de Colima, Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Hidalgo, México, norte de Morelos, Puebla, Tlaxcala, centro de Veracruz, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Campeche y Yucatán. Estas zonas, hoy en día, enfrentan desafíos por actividades humanas que degradan la cobertura vegetal de sus ecosistemas y reducen su extensión.
Degradación de los ecosistemas
Los ecosistemas son elementos que caracterizan el tipo de vegetación predominante de las regiones del país. En las regiones áridas, predomina el ecosistema de matorral xerófilo, cuyo tipo de vegetación se constituye por arbustos de altura inferior a cuatro metros. Este tipo de ecosistema es uno de los más afectados por la deforestación y el cambio de uso de suelo, factores que inducen a su reducción. En las regiones semiáridas, predomina el ecosistema de pastizal, cuyo tipo de vegetación se constituye por pastos con pocos árboles y arbustos. El ecosistema se ve muy afectado por actividades de sobrepastoreo, ganadería y cambio de uso de suelo (agricultura). En las regiones subhúmedas secas, predominan los ecosistemas de selvas secas y húmedas, cuyo tipo de vegetación se constituye por árboles de hasta 30 metros o más de alto. Este tipo de ecosistema es el más afectado por la deforestación, la ganadería extensiva y el cambio de uso de suelo (agricultura y urbanización). La degradación de la cobertura vegetal ha propiciado que las sequías aumenten, los suelos se erosionen fácilmente y posibiliten la aridificación de los suelos.
Sequías, un factor de aridificación
Últimamente, en las distintas regiones del país, los periodos de sequías se han intensificado tanto, que hasta ya pasaron de ser un fenómeno poco frecuente a uno recurrente. Ejemplo de ello ha sido el aumento de sequías anormales, con una tendencia de intensidad de sequías severas a extremas, según los registros de los últimos diez años proporcionados por el Monitor de Sequía en México - CONAGUA. En 2024, desde enero y hasta junio, como se muestran en las siguientes figuras, el territorio mexicano ya presentaba sequías severas, extremas y excepcionales.
Las consecuencias de este fenómeno son la susceptibilidad a un incremento de la temperatura, la erosión de los suelos, déficit de humedad y problemas con los recursos hídricos. Directamente, estos factores aceleran los procesos de aridificación de los suelos ya presentes en las zonas áridas, así como los procesos en progreso en las zonas semiáridas y subhúmedas secas del país. El problema es que las sequías en México se agravan con la crisis actual de escasez de agua debido a su uso desmedido.
Manejo inadecuado del recurso hídrico
El agua y su mal manejo han sido una de las problemáticas más destacables del país. Las regiones áridas y semiáridas se han visto susceptibles a tener problemas con el abastecimiento de agua en sus afluentes hídricos superficiales y subterráneos, debido a la presión por la demanda de actividades agrícolas, industriales, eléctricas, pecuarias y el abastecimiento público.
El sector agrícola utiliza cerca del 76 % de las extracciones de agua. Los estados de Sonora, Chihuahua, Michoacán, Tamaulipas, Jalisco, Coahuila, Zacatecas y Chiapas son los que prioritariamente se dedican a este tipo de actividades y, mayormente, generan contaminación de las aguas superficiales y subterráneas que abastecen al sector. El abastecimiento público le sigue con un 14 % de extracción, siendo los estados de Jalisco, Ciudad de México, Michoacán y Tamaulipas los que más demandan agua. Le continúan las industrias con un 5 % de extracción, siendo los estados de Nuevo León, Jalisco, San Luis Potosí, Veracruz, Guanajuato, Puebla, Coahuila, Chihuahua y Sonora, donde mayormente se genera contaminación en las aguas superficiales y subterráneas que abastecen el sector. Por último, las centrales termoeléctricas con un 5 % de extracción, siendo los estados de Guerrero, Campeche, Michoacán, Sinaloa y Sonora, donde se ocupa el agua subterránea para uso y consumo de estas centrales.
El abastecimiento de agua se prioriza más para el sector agrícola. Uno de los causantes de la contaminación y disminución del volumen hídrico de los ríos, lagos, manantiales y arroyos que abastecen a los suelos y ecosistemas de todo el país.
¿Podemos detener la desertificación?
Como ciudadanos, aún estamos a tiempo para optar por prácticas sustentables que mitiguen los procesos de desertificación. En México contamos con el Programa Nacional Forestal (PRONAFOR) que promueve estrategias para prevenir y controlar la desertificación, a saber:
- La reforestación como acción de manejo forestal sustentable.
- Prácticas agrícolas sustentables, tales como el uso de abonos orgánicos, riego por goteo y minimizar el uso de fertilizantes.
- Acciones para el cuidado, uso y ahorro del agua. La captación de agua de lluvia es una buena estrategia de manejo de agua para evitar su desperdicio.
Estas acciones y prácticas, aunque parezcan mínimas, resultan indispensables para evitar amenazas futuras sobre los servicios ecosistémicos de las regiones secas.
María Guadalupe Cortés-López. Licenciatura en Biología, Universidad del Mar, campus Puerto Escondido. Oaxaca, México.
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Divulgación-Cimmyt. (2021). ¿Podría Chiapas convertirse en un desierto? CIMMYT Desarrollo Estratégico. https://idp.cimmyt.org/podria-chiapas-convertirse-en-un-desierto/
National Geographic. (junio 13 2024). ¿Qué es la desertificación? El fenómeno avanza a un ritmo alarmante en América Latina. https://www.nationalgeographicla.com/medio-ambiente/2024/06/que-es-la-desertificacion-el-fenomeno-avanza-a-un-ritmo-alarmante-en-america-latina
Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER). (2022). Desertificación y sequía, un panorama muy árido. https://www.gob.mx/agricultura/articulos/desertificacion-y-sequia-un-panorama-muy-arido?idiom=es