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Somnolencia: una de las máscaras de la diabetes tipo 2

Escrito por Dayra Elizabeth Hernández-Bautista y María Luisa Moreno-Cortés

ARTÍCULO

 

Somnolencia: una de las máscaras de la diabetes tipo 2

Dayra Elizabeth Hernández-Bautista y María Luisa Moreno-Cortés

Resumen

La diabetes tipo 2 (DT2) es una enfermedad crónica-degenerativa de origen multifactorial. Los trastornos del sueño, como la somnolencia diurna excesiva, son factores de riesgo para el desarrollo de DT2 y también pueden considerarse como síntomas que ocultan el descontrol glucémico. Prevenir el descontrol glucémico es importante para anticipar las complicaciones de la DT2; detectar la somnolencia de manera oportuna por medio de instrumentos fáciles y prácticos, representa una oportunidad para promover los hábitos que permiten dormir bien y que tienen la capacidad de mejorar los niveles de glucosa y el estado general de salud, además de otorgar un sentido de bienestar en las personas con DT2.

Palabras clave: Diabetes tipo 2, prevención, somnolencia.

 

RECIBIDO: 20/06/2024; ACEPTADO: 28/10/2024; PUBLICADO: 03/11/2025

 

Hablemos de trastornos de sueño y somnolencia

¿Has experimentado quedarte dormido en un autobús o en una sala de espera? Este breve sueño puede variar desde unos pocos segundos hasta llegar al punto de gesticular sin darte cuenta, lo que indica somnolencia. Este síntoma puede ser indicativo de trastornos de sueño y, en casos más graves, de enfermedades como la diabetes.

El sueño es vital para la salud integral por su función biológica y reparadora. El ciclo sueño-vigilia implica mantenerse despierto y dormir diariamente en forma cíclica. De acuerdo con las necesidades de cada etapa de la vida, los recién nacidos duermen entre 16 y 18 horas diarias; los niños, entre 11 y 12 horas al día, y los adolescentes, necesitan al menos 10 horas de sueño nocturno. Los adultos duermen unas 8 horas, aunque pasan menos tiempo en la etapa de sueño profundo y reparador.

Cuando los patrones normales de sueño se interrumpen, ocurren cambios a nivel cerebral y conductual que dan lugar a los llamados trastornos de sueño, es decir, cualquier trastorno que afecte el dormir. Existen alrededor de cien trastornos del sueño diferentes, los cuales afectan al 20 % de la población adulta. Un trastorno del sueño común es la somnolencia diurna excesiva o también llamada hipersomnia, manifestada como sensación de cansancio sin causa aparente.

 

La somnolencia como un síntoma

La somnolencia diurna excesiva puede ser un síntoma de la DT2, una enfermedad silenciosa que se manifiesta con niveles de glucosa elevados y síntomas como hambre voraz, sed, frecuencia al orinar, pérdida de peso y necesidad de dormir. Es importante prestar atención a este último síntoma, ya que la somnolencia diurna excesiva puede ser una de las máscaras de la diabetes.

 

La importancia del sueño en el control de los niveles de glucosa

Durante el sueño ocurren cambios fisiológicos como la reducción de la frecuencia cardíaca y la tensión arterial, lo que a veces puede causar una mayor sensación de frío en la madrugada. Se producen hormonas como la leptina que regula la saciedad y la melatonina, la hormona del sueño, secretada al inicio de la noche para promover el sueño e inhibida por la luz del día antes de despertar; también influye en el consumo de alimentos.

La restricción de sueño y la falta de descanso adecuado aumentan la sensación de hambre y la preferencia por alimentos ricos en azúcares o grasas, como papas, pastelillos y galletas. Dormir menos reduce la producción de melatonina, lo que inhibe la producción de leptina y aumenta la producción de grelina, la hormona gástrica que regula el hambre. Esta alteración en el circuito hambre-saciedad puede cambiar los hábitos alimenticios, elevando el riesgo de aumento de peso y trastornos metabólicos como la DT2.

La falta de sueño, relacionada con niveles elevados de glucosa en la sangre (hiperglucemia), principal síntoma de la DT2, ha recibido gran atención debido a su conexión con el ciclo de luz-oscuridad. Estudios indican una fuerte asociación entre la falta de sueño y mayores niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos; incluso, mayores niveles de presión arterial, acompañados de una disminución en la sensibilidad a la insulina en personas expuestas a luz nocturna. Estudios experimentales en adultos sanos, han mostrado que la restricción del sueño altera el perfil metabólico (resistencia a la insulina, mayores niveles de leptina, grelina y cortisol), mismos que refirieron también somnolencia diurna excesiva, aumento del apetito y disminución de la saciedad, aumentando el riesgo de DT2.

La DT2 es un problema de salud pública que se desarrolla lentamente. Sus manifestaciones incluyen altos niveles de glucosa en sangre (>125 mg/dL) y los síntomas conocidos como las 4P's: poliuria (producción excesiva de orina), polidipsia (sed excesiva), polifagia (aumento anormal del apetito) y pérdida de peso sin causa aparente. A nivel mundial, afecta a más de 420 millones de personas. En México, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022, la prevalencia de diabetes en el país es del 10.3 %; es decir, que alrededor de 23 millones de mexicanos adultos son afectados por esta enfermedad.

 

¿Cuáles son los factores que contribuyen al desarrollo de la DT2?

Existen factores de riesgo no modificables como el género, antecedentes familiares y la edad, ya que el riesgo aumenta con el envejecimiento. Los factores de riesgo modificables incluyen sobrepeso u obesidad, falta de actividad física, dietas poco saludables, estrés, niveles de colesterol y presión arterial elevados, así como el consumo de tabaco o alcohol y la falta de sueño.

Los trastornos del sueño, específicamente la somnolencia diurna excesiva, son comunes en personas que padecen DT2 debido a interrupciones nocturnas por la necesidad de orinar o síntomas como dolor, hormigueo y palpitaciones. Esto conduce a una insuficiencia crónica de sueño nocturno que da lugar a la somnolencia diurna excesiva, provocando cambios en la alimentación, aumento de peso, intolerancia a la glucosa y descontrol metabólico, afectando la calidad de vida y la percepción de la salud.

 

Identificación clínica de la somnolencia diurna excesiva

En la clínica, para evaluar un trastorno del sueño como la somnolencia diurna excesiva, utilizan cuestionarios validados y pruebas de monitoreo del sueño, además de valoraciones médicas. Estas evaluaciones son cruciales para las personas con diabetes, ya que, si se detectan a tiempo, se puede mejorar la calidad de sueño y promover un mejor control glucémico. El Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh (PSQI por sus siglas en inglés) es utilizado para evaluar la calidad del sueño y detectar posibles trastornos, como la apnea del sueño o el insomnio. Consiste en preguntas sobre los hábitos de sueño y la calidad percibida durante el descanso. Las respuestas permiten calcular un puntaje global que refleja la calidad del sueño de una persona. Un puntaje más alto indica una peor calidad del sueño. El cuestionario consta de 19 preguntas que, a su vez, se dividen en siete componentes: calidad subjetiva del sueño, latencia, duración, eficiencia, trastorno del sueño, uso de medicamentos para dormir y el impacto diurno.

La calidad subjetiva del sueño se refiere a la calidad general del sueño del participante. La latencia, el tiempo para dormirse después de acostarse. La duración, las horas que duermes por la noche. La eficiencia indica el tiempo real de sueño en la cama. Los trastornos del sueño abarcan problemas como ronquidos, movimientos incontrolados, dificultades para respirar, apnea del sueño y pesadillas. El uso de medicamentos para dormir se refiere a su frecuencia durante el último mes. El impacto diurno que incluye somnolencia diurna, fatiga y dificultad para concentrarse. Los resultados del cuestionario son interpretados por profesionales especializados en trastornos del sueño.

Otro instrumento es la Escala de somnolencia de Epworth (ESE) que evalúa la probabilidad de quedarse dormido en diferentes situaciones cotidianas. Consiste en ocho preguntas donde se califica la posibilidad de quedarse dormido en una escala del 0 al 3, donde 0 es ninguna posibilidad y 3 es alta probabilidad. La puntuación total varía entre 0 y 24; niveles más altos indican mayor somnolencia diurna.

Las ocho preguntas incluyen quedarse dormido mientras se está sentado y leyendo, viendo televisión, situaciones de inactividad en un lugar público, después de consumir alcohol, mientras se está en un automóvil en el tráfico, como pasajero en el transporte público, y durante una conversación tranquila después de comer sin consumir alcohol.

Los instrumentos de evaluación del sueño ayudan a detectar trastornos y son clave para mejorar la calidad del sueño. Esto es especialmente beneficioso para pacientes diabéticos, ya que un mejor sueño no solo controla la glucosa en sangre, sino que también puede elevar el estado de ánimo y aumentar la adherencia al tratamiento.

 

Promoción de la higiene de sueño para combatir la somnolencia diurna excesiva

La Organización Mundial de la Salud define la higiene del sueño como todas aquellas medidas dirigidas a obtener un sueño de calidad que permita un adecuado descanso. Estas medidas incluyen establecer horarios regulares para acostarse y levantarse, crear un ambiente propicio para dormir, evitar el consumo de cafeína o alcohol antes de dormir y realizar actividad física durante el día.

Es crucial que las personas con diabetes comprendan la relación entre esta enfermedad y el sueño, y que reconozcan la importancia de un buen descanso para controlar su condición. Además, técnicas de manejo del estrés como la meditación, respiración consciente, yoga y terapia cognitivo-conductual, pueden ser útiles para mejorar la calidad y cantidad de sueño, lo que contribuye al control de la glucosa y a mantener una mejor calidad de vida en general.

 

¿Cómo controlar la somnolencia diurna excesiva?

Para manejar la somnolencia diurna excesiva y/o el insomnio en personas con DT2, es esencial implementar un plan de cuidado integral que promueva la higiene del sueño. La somnolencia y la diabetes pueden disminuir la calidad de vida. La somnolencia diurna excesiva no solo es un síntoma de descontrol glucémico, sino que también puede ser un indicador de ello. Si experimentas somnolencia durante el día con regularidad, es importante monitorear tus niveles de glucosa en sangre y considerar realizar un test de Epworth. Es crucial que las personas con diabetes estén alertas a este síntoma y consideren técnicas para promover la higiene del sueño, como la actividad física al aire libre y evitar la cafeína antes de dormir para controlar su enfermedad de manera efectiva.

 

Dayra Elizabeth Hernández-Bautista. Doctora e investigadora en el Laboratorio de Biomedicina, Instituto de Investigaciones Biológicas, Universidad Veracruzana. Xalapa, Veracruz.

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María Luisa Moreno-Cortés. Estudiante de licenciatura en Química Clínica, Facultad de Bioanálisis, Universidad Veracruzana. Xalapa, Veracruz.

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Basto-Abreu A., López-Olmedo N., Rojas-Martínez R., Aguilar-Salinas C.A., Moreno-Banda G.L., Carnalla M., Rivera J.A., Romero-Martínez M., Barquera S. y Barrientos-Gutiérrez T. (2023). Prevalencia de prediabetes y diabetes en México: ENSANUT 2022. Salud Pública de México, 65, s163-s168. https://doi.org/10.21149/14832

 

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