ARTÍCULO
¿Quiénes son los amigos de los helechos?
Arantza Susana Calderón-Ramírez, Stephanie Peredo-Medina y Patricia Silva-Sáenz
Resumen
¿Alguna vez has visto algún insecto o cualquier otro animal sobre las hojas de un helecho? ¿Tal vez alguna araña tejiendo su telaraña o un ciempiés caminando sobre él? Aunque estos animales no son los únicos, algunos otros pueden ser herbívoros que se alimentan de estas plantas. Desde hace mucho tiempo, los helechos han tenido diversas aplicaciones, desde medicinales, prácticas raras como la elaboración de fuegos pirotécnicos, hasta su uso más conocido como plantas ornamentales. Ecológicamente, tienen gran importancia, aunque su estudio todavía es incompleto. A lo largo de cada día, y en varios ambientes, se encuentran conviviendo en distintos tipos de relaciones biológicas muy importantes. Deseamos compartir contigo quiénes son los amigos de los helechos en la naturaleza y esperamos que cuando veas alguno, te atrevas a observar detenidamente y descubrir que puede estar asociado a un pequeño animal vecino.
Palabras clave: Animales, fauna, pteridofita, relaciones bióticas.
RECIBIDO: 31/11/2023; ACEPTADO: 13/03/2024;
PUBLICADO: 14/05/2025
¿Sabes qué son los helechos?
Seguramente, más de una vez has visto un helecho en la casa de algún amigo o de la familia, en distintos establecimientos comerciales o incluso al salir a pasear, en los jardines de los camellones, en plazas públicas o también sobresaliendo o colgando de las jardineras de las terrazas en las casas de tu localidad. Estos pertenecen a un grupo de plantas llamado, técnicamente, pteridofitas (Pteridophyta), las cuales se sugiere que se originaron hace aproximadamente 450 millones de años sobre la superficie terrestre.
Se incluyen en un grupo denominado plantas vasculares, que son aquellas que cuentan con tejidos de conducción para el agua, las sales minerales y los azúcares producidos durante la fotosíntesis. Los helechos, a diferencia del resto de las otras plantas vasculares, no presentan semillas, sino que se reproducen por esporas. Dichas estructuras reproductoras, en la mayoría de los casos, se originan en la cara inferior de las hojas (el envés).
Además, el cuerpo de los helechos está conformado básicamente por tres partes: las raíces, los rizomas (que son tallos subterráneos en posición horizontal) y las hojas nombradas en estas plantas como «frondas» o «frondes».
Entre los helechos suele haber varias formas de vida: epífitos o hemiepífitos, es decir, que viven sobre otras plantas; terrestres, que incluyen herbáceos, trepadores y arborescentes (o sea que, por su aspecto, recuerdan a los árboles); acuáticos y subacuáticos.
La función de los helechos
Desde hace mucho tiempo, los helechos se han usado con diferentes propósitos, por ejemplo: han servido como medicina para curar diferentes enfermedades; como alimento, las hojas jóvenes de algunas especies se consumen cocinadas o crudas en ensaladas o en encurtidos; del helecho acuático llamado Azolla («helecho de agua») se prepara fertilizante para cultivar arroz; las abundantes raíces compactadas de algunos helechos arborescentes son utilizadas para labrar tablas o macetas para el cultivo de otras plantas como las orquídeas; de esos helechos también se obtienen los tallos para la construcción de casas rústicas y las hojas para edificar paredes y bardas; de otros, se obtienen los tallos flexibles para manufacturar muebles o para confeccionar objetos de decoración (canastas o brazaletes); de algunos otros se obtienen tinciones a partir de sus cortezas.
Otro ejemplo de un helecho muy popular en México, llamado vulgarmente «cola de caballo» (técnicamente género Equisetum), tiene un tallo de superficie áspera, lo que lo hace conveniente para pulir metales o como estropajo para lavar trastes. Flashes para cámaras fotográficas, iluminaciones y fuegos pirotécnicos pueden obtenerse a partir de las esporas del Lycopodium («licopodio» o «pino de tierra»). Otros son útiles en la protección de frutas y verduras, usando ramas y hojas como material para embalaje, o incluso como relleno de colchones con hojas de Pteridium.
Ecológicamente, los helechos tienen una gran importancia, aunque no siempre es ampliamente reconocida. Se desempeñan en los distintos ecosistemas, puesto que son plantas colonizadoras de ambientes (por ejemplo, en corrientes de lava como la del volcán Paricutín en Michoacán, México), formadoras de suelo y muchos de ellos son excelentes para prevenir el desgaste del mismo. Además, realizan un papel sustancial en la vida de algunos animales, destacando el hecho de que en muchas ocasiones sirven como hábitats para ellos.
¿Cuántas especies de helechos existen y dónde viven?
Los helechos son tan abundantes que se conforman por un aproximado de doce mil especies a nivel mundial, de las cuales mil catorce se encuentran en México. Están presentes en casi cualquier tipo de vegetación. Los hay en el bosque tropical perennifolio, en el bosque de pino-encino, el bosque tropical caducifolio, los matorrales xerófilos y la vegetación acuática. Aunque en general se les encuentra principalmente en zonas tropicales, es en el bosque mesófilo donde tienen mayor riqueza de especies.
¿Qué tipos de interacciones se conocen entre los helechos y otros seres vivos?
En general, existen tres tipos principales de interacciones entre los helechos y otros seres vivos: el neutralismo, antagonismo y mutualismo.
En el neutralismo hay una relación hospedero-epífita (quien brinda soporte y quien crece sobre otro organismo vegetal, respectivamente), en la cual el helecho epífito crece sobre un árbol, aprovechando el espacio que este le otorga, pero sin afectar al hospedero positiva o negativamente.
Por otro lado, en las interacciones antagónicas, un ser vivo recibe cierto beneficio a costa del otro. Por ejemplo, el parasitismo (uno de ellos enferma o daña al otro) y la herbivoría (animales que se alimentan de plantas), o bien cuando uno le impide al otro desarrollarse, como en la competencia, donde solo uno de los dos sobrevive.
En las interacciones mutualistas, los organismos se benefician unos de otros de forma dependiente, por lo que muchos no logran sobrevivir por sí solos.
Las interacciones entre plantas y animales han ocurrido desde que la tierra fue conquistada. Prueba de ello es que se han descubierto arácnidos trigonotárbidos (un orden ya extinto) dentro de esporangios (órganos contenedores de esporas en los helechos) vacíos de Rhynia, un género fósil que vivió hace aproximadamente 419 millones de años. Lo anterior supone que dichos animales pudieron haber consumido como alimento las esporas de esos organismos, con múltiples beneficios tanto para la planta como para los animales, ya que se ha probado que algunas de las esporas ingeridas por los artrópodos modernos pueden permanecer viables después de pasar por el intestino. De este modo, la alimentación con esporas y el traslado con aire de las mismas, pudo haber ayudado a la dispersión vegetal y con ello a la colonización de la tierra.
En el periodo Devónico se conocían muy pocos animales sobre la superficie terrestre, pero entre los conocidos se encontraban los artrópodos como los ciempiés, milpiés, arañas, pseudoescorpiones, ácaros y, posiblemente, los pececitos de plata. La evidencia fósil muestra que estos animales eran principalmente depredadores y descomponedores. Incluso, al final de la era Paleozoica, pudieron aparecer los primeros herbívoros vertebrados cuyas interacciones con los helechos existen desde hace millones de años.
Esta relación es propuesta gracias a las heridas observadas en algunas plantas fósiles y a la presencia de materia fecal fósil constituida por numerosas esporas, como se mencionó antes, las células reproductoras de los helechos. Hay muchas otras relaciones de animales con helechos, por ejemplo, existen las lombrices de tierras exóticas, que reducen la profundidad del suelo, de lo cual depende la absorción de nutrientes para la planta.
En la actualidad, los herbívoros son principalmente artrópodos (insectos, arañas, ciempiés, mariposas, entre otros). En su interacción, muy pocos de ellos subsisten de los helechos y, en el caso de los insectos, la mayoría prefieren consumir las hojas, aunque hay algunos que se alimentan de raíces y esporas. También algunos vertebrados se alimentan de estos, como los jabalíes, el ganado y algunas aves.
Se han llevado a cabo varios estudios sobre la relación que existe entre los helechos y los animales, y se han encontrado organismos inimaginables en ellos, desde larvas y adultos de la especie Strongylogaster multifasciata, perteneciente al grupo de las moscas, encontrados sobre ejemplares de Pteridium aquilinum (el helecho «petatillo»), hasta mariposas y escarabajos. Aunque estos animales no son los únicos que prefieren lugares con helechos para vivir, algunas especies de paurópodos (miriápodos, parientes de los llamados «milpiés» y «ciempiés»), han sido encontradas en estas plantas, un tipo de hábitat considerado «raro» para este grupo. También se han encontrado «ositos de agua» (tardígrados) sobre musgos asociados con los helechos, así como diversos invertebrados sobre helechos arborescentes. Se ha visto también que los helechos han sido parte importante en la composición de los nidos de algunas aves. En un nido de la especie Pseudocolaptes boissonneautii (ave llamada «repamusgos barbablanca andino»), se encontraron varias plantas entre las cuales hubo registro de helechos, incluyendo a helechos arborescentes.
Ahora que ya lo sabes, cuando visites un bosque, salgas a pasear a las calles, a cualquier lugar de la naturaleza, o simplemente al jardín de tu casa, podrás recordar la gran importancia que tienen los helechos en el medioambiente y en nuestra vida diaria.
Recuerda que siempre serás bienvenido para cuidarlos y preservarlos, pues tú también puedes ser el mejor amigo de los helechos.
Arantza Susana Calderón-Ramírez. Estudiante de licenciatura, Facultad de Biología, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Morelia, Michoacán.
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Stephanie Peredo-Medina. Estudiante de licenciatura, Facultad de Biología, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Morelia, Michoacán.
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Patricia Silva-Sáenz. Profesora e Investigadora Asociada C de tiempo completo, Facultad de Biología, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Morelia, Michoacán.
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