Los hongos, una maravillosa sinfonía de colores

Escrito por Erick López-Vázquez y Jorge Álvarez-Cervantes

Seguramente, alguna vez has tenido la oportunidad de visitar algún bosque —particularmente en temporada de lluvias— y observar entre hojas secas o en algunos troncos caídos una variedad de coloridos, vistosos y llamativos hongos, los cuales muchas veces se encuentran agrupados y de manera aislada. Estos pueden ser de diversos tamaños y algunos son cautivadores por sus diferentes colores. Ciertamente, no todos los hongos son comestibles, pero en otro artículo podríamos detallar más al respecto.

México es considerado rico en biodiversidad de plantas, animales y por supuesto de hongos, de los cuales existen más de ciento veinte mil especies y, aunque no todas han sido estudiadas, se sabe que desempeñan una función ecológica muy importante como degradadores de madera y con asociación con las raíces de los árboles, algunos son comestibles, otros medicinales y existen los que son tóxicos para el ser humano y que muchas veces su coloración se ha confundido con su efecto positivo o negativo, es por ello que te vamos a platicar a qué se debe su coloración.

Los colores están presentes en los hongos por varias razones: confundirse con el medio ambiente para evitar ser consumidos por los depredadores y para atraer insectos polinizadores que, al pararse sobre ellos, liberan las esporas de los hongos para que estos se puedan seguir reproduciendo. Estos pigmentos forman parte de un grupo especial de moléculas llamadas de manera general metabolitos secundarios. Dentro de las reacciones bioquímicas que el hongo realiza se producen metabolitos primarios y secundarios. Los pigmentos no son los únicos metabolitos secundarios que los hongos producen, incluso existen algunos que pueden ser medicinales para el humano o bien potentes venenos.

 

Pero, ¿por qué distinguimos los colores?

Es importante que analicemos un poco cómo funciona nuestra vista, porque a partir de ahí será posible comprender los colores presentes en los hongos. En este sentido, lo principal que debes saber es que podemos ver porque existe la luz natural, mejor conocida como luz visible. Recordemos que la luz, cuando se hace pasar por un prisma, se descompone en los siete colores del arcoíris, desde el violeta hasta el rojo; cada color tiene asociada una diferente longitud de onda, desde el violeta (390-430 nanómetros) hasta el rojo (650-800 nanómetros). Un nanómetro (nm) es la millonésima parte del milímetro, así que te podrás dar una idea de que las longitudes de onda de los colores que vemos son extremadamente pequeñas.

Por otro lado, la luz visible interactúa con un material colorido el cual, en su composición química, contiene moléculas que son las responsables de dicha coloración. Estas moléculas poseen una estructura química, es decir, un armado entre sus átomos que logran diferentes interacciones con la luz, en función de ese armado molecular. Es muy apasionante saber que las formas microscópicas que a simple vista no distinguimos, repercuten en aquellas propiedades que podemos distinguir con nuestros sentidos, como en este caso, el color.

La luz, particularmente la visible, compuesta con sus distintas longitudes de onda, ilumina el hongo; sin embargo, se absorben todos los colores de la luz visible, excepto el color reflejado, es decir, el color que llega a nuestros ojos y en ellos, a través de nuestros fotorreceptores, son captados y transformados en un conjunto de señales eléctricas que llegan hasta nuestro cerebro y este lo interpreta como alguno de los colores que tiene guardado en su banco de memoria, ya sea como color azul, rojo, amarillo, etc.

De esta manera, podemos apreciar una sinfonía de distintas coloraciones, una bella acuarela que pinta nuestros bosques en épocas de lluvias a través de los distintos colores de los hongos.

Algunos hongos coloridos y moléculas responsables de su coloración

Como hemos dicho anteriormente, existe una gran variedad de hongos y la gran mayoría no han sido estudiados, incluso hay especies que hasta el momento son desconocidas, ciertamente, poseedoras de una belleza única ya sea por su forma, sus colores o ambas, que los ha hecho meritorios a ser mencionados en este trabajo.

A continuación, describiremos algunos hongos conocidos, además de por sus bellos colores, por ser consumidos principalmente por personas de campo en la temporada de lluvias, reconociendo plenamente que son solo algunos de una extensa variedad.

 

Lactarius índigo. Conocido como hongo azul por su vistosa coloración azul. Es un hongo comestible que tiene la particularidad de presentar una secreción viscosa de látex azul y si se le rebana presenta una abundante coloración índigo, a la cual se le atribuye su nombre. La molécula responsable del color se llama azuleno y, aunque este color no es permanente, pues al contacto con el aire se torna verde, le da una hermosa vista al hongo.

 

Russula sardonia. Es un hongo con sombrero color morado, posee un sabor extremadamente picante por lo que no se considera comestible. Este hongo genera una secreción en su sombrero que da la sensación de humedad que, al combinarse con la luz, produce una bella coloración morada. Al momento se desconoce cuál es la molécula responsable de tal coloración, por lo cual resulta interesante seguir investigando.

 

Amanita muscaria. Es un hongo extensamente conocido por su apariencia de sombrero rojo con manchas blancas, muy presente en relatos mitológicos, incluso ha sido adoptada en videojuegos y, de manera tradicional, en algunas culturas ha sido asociado con duendes, además se ha consumido por su efecto alucinógeno. El vistoso color rojo se debe a un compuesto orgánico que incluye vanadio en su composición llamado amavadina, así como a las betalaínas.

 

Hypomyces lactifluorum. Este hongo muy apreciado culinariamente y llamativo por su característico color naranja, es también conocido como el hongo langosta por su similitud en la coloración, la cual se debe a la molécula de skirina.

 

Existen más hongos que no hemos descrito y que tienen unos colores sumamente atractivos y cautivadores; sin embargo, vale la pena aclarar que no todos los hongos coloridos son venenosos y no todos los hongos sin una coloración llamativa son comestibles. Observar y disfrutar los colores que la naturaleza nos regala, particularmente en los hongos, suele ser apasionante y, sin duda, ahora conocemos un poco más acerca de la presencia de estas coloraciones que nos permitirá valorar, cuidar y apreciarlos más.

Para Saber más:

Álvarez, F.P., Gama, O.E.H., Valadez, J.A.A., Navarro, J.S.H., Hernández, I.T. y Escobosa, A. R.C. (2021). Biosíntesis y potencial aplicación de pigmentos fúngicos. Jóvenes en la Ciencia, 10. https://www.jovenesenlaciencia.ugto.mx/index.php/jovenesenlaciencia/article/view/3372

 

Hernández-Rico, G.N. y Moreno-Fuentes, Á. (2010). Hongos comestibles del género Amanita en el mercado de Acaxochitlán, Hidalgo, México. Etnobiología, 8(1), 31-38. https://revistaetnobiologia.mx/index.php/etno/article/view/219/220

Thomé-Ortiz, H., Molina-Castillo, S. y Espinoza-Ortega, A. (2019). Conocimiento ecológico tradicional y aprovechamiento de los hongos comestibles silvestres en el centro de México. Agro Productividad, 12(5), 3-8. https://www.revista-agroproductividad.org/index.php/agroproductividad/article/view/1394/1135

 

Agradecimiento por el procesado de las imágenes, al P.D Gráfico Joshua Gómez Robles.

 

Erick López-Vázquez. Profesor e Investigador en Ingeniería Mecánica Automotriz, Universidad Politécnica de Pachuca, Hidalgo, México.

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Jorge Álvarez-Cervantes. Profesor e Investigador del Posgrado en Biotecnología, Universidad Politécnica de Pachuca, Hidalgo, México.

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