¿Existe una relación entre músculo esquelético, cerebro y cacao?

Escrito por Ramón Mauricio Coral Vázquez y Mirna Guadalupe Martínez Damas

Cuando pensamos en el músculo esquelético normalmente nos remitimos a funciones del movimiento y la forma de nuestro cuerpo; sin embargo, este gran tejido tiene diversas funciones. Antes de mencionar algunas de ellas, es importante decir que, de acuerdo con nuestro peso corporal, el músculo esquelético representa aproximadamente el 40 % de la masa total. El músculo esquelético nos permite movernos, dar estabilidad al cuerpo, generar calor y energía, dar protección articular, respirar y mantener un equilibrio en todo el cuerpo.

Diversos estudios han puesto de manifiesto que mantener un estado saludable de este tejido es muy importante, por lo que un estilo de vida sedentario o con poca actividad física tiene un efecto nocivo sobre el mismo. Este efecto deletéreo no solamente afecta a este tejido; actualmente sabemos que la poca actividad física incrementa el riesgo de varias condiciones médicas tales como enfermedades cardiovasculares, diabetes y algunos tipos de cáncer. Una vida con una mayor actividad física reduce el riesgo de padecer algunas de estas enfermedades.

El músculo esquelético es un tejido con una alta plasticidad que se adapta a las diferentes condiciones ambientales; además, es un gran almacén de moléculas que producen energía y mantienen el equilibrio. Por otra parte, sabemos que el ejercicio también es capaz de mejorar el estado de ánimo de las personas reduciendo la ansiedad y depresión, mejora las habilidades tanto sociales como cognitivas, así como la autoestima.

De acuerdo con estudios evolutivos, se ha sugerido que los humanos, a diferencia de otros primates, evolucionamos de forma que nuestro cuerpo necesita una mayor actividad física para funcionar adecuadamente, pero con la forma de vida actual, se favorece una vida sedentaria. Si tomamos en cuenta estos estudios, podríamos decir que una vida con actividad física no es opcional, es una necesidad.

 

¿Cómo favorecer al músculo esquelético?

Avances recientes enfocados a explorar las moléculas que produce nuestro cuerpo en determinadas condiciones, han mostrado que el ejercicio favorece que el músculo esquelético libere cientos de moléculas que afectan tanto el funcionamiento de este tejido como de otros órganos. Las moléculas que produce este tejido durante el ejercicio se han denominado miocinas.

Las miocinas están involucradas en la proliferación, diferenciación y regeneración celular; además, mantienen la comunicación entre el músculo esquelético y los órganos periféricos como tejido adiposo, hígado, páncreas, hueso, e incluso con el cerebro. En el sistema nervioso central, las miocinas influyen en la generación de neuronas (neurogénesis), formación de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis) y mejoramiento de la memoria.

La actividad física induce en el músculo esquelético la producción de moléculas que favorecen la síntesis de unas proteínas denominadas aminotransferasas de kinurenina. Estas moléculas modifican el metabolismo del triptófano, aminoácido muy importante para la síntesis de proteínas, serotonina y melatonina. ¿Por qué es relevante el metabolismo de este aminoácido?

Sabemos que aproximadamente el 90 % del triptófano se degrada hacia la vía de kinurenina, lo que genera una gama de compuestos activos involucrados en la neurotransmisión e inflamación. Uno de estos metabolitos es la kinurenina, compuesto que puede atravesar la barrera hematoencefálica (barrera que permite el paso selectivo de algunas sustancias y microorganismos hacia el cerebro) y acumularse en el cerebro ocasionando inflamación y muerte neuronal en condiciones de estrés. Sin embargo, el músculo esquelético, como se mencionó antes, produce una serie de moléculas denominadas aminotransferasas de kinurenina, las cuales modifican la kinurenina a ácido kinurénico, el cual no atraviesa la barrera hematoencefálica, reduciendo así los efectos adversos sobre el cerebro.

Estudios han propuesto que un desbalance en la vía kinurenina puede contribuir al desarrollo de la depresión. En este sentido, el papel de la vía de kinurenina ha aportado nuevos conocimientos en el contexto de inflamación sobre la fisiopatología de la depresión. De hecho, la respuesta inflamatoria periférica puede acceder al cerebro y contribuir de manera importante en el aumento de los metabolitos neurotóxicos. De ahí la importancia de que el ejercicio físico tenga un gran impacto sobre la actividad cerebral y se utilice como una terapia adyuvante en el tratamiento de la depresión y otros trastornos emocionales.

El cacao: benéfico para el músculo esquelético

Durante las últimas décadas se han conocido los amplios beneficios del consumo regular de productos naturales ricos en compuestos denominados flavonoles, los cuales mejoran principalmente la función del sistema cardiovascular. En particular, los nativos Kuna (Guna, Panamá) que consumen regularmente una bebida a base de cacao y maíz, están protegidos contra las reducciones de la función vascular y renal dependientes de la edad y demuestran índices de mortalidad extremadamente bajos por enfermedades crónicas. Lo anterior sugiere que esta bebida contiene algún elemento que actúa como agente protector contra las enfermedades cardiovasculares.

También existen reportes sobre su papel en el sistema nervioso central, dentro de lo que incluye la modulación de la plasticidad sináptica, flujo sanguíneo cerebral y en la función cognitiva. A este respecto, la evidencia sugiere que el cacao, rico en flavonoides, tiene efectos moduladores en el cerebro. De acuerdo con esto, se ha asociado el consumo de cacao con el estado de ánimo, especialmente con el bienestar positivo y placer. Este efecto se ha atribuido al alto contenido de flavonoides de los productos derivados de cacao que también se ven relacionados con efectos positivos en funciones cognitivas. En este aspecto, la evidencia ha indicado que el consumo de chocolate rico en flavonoides puede compensar los efectos negativos de la falta de sueño y en la cognición global en ancianos sanos. De igual manera, el consumo de cacao ha mostrado mejorar el estado de ánimo, motivación y función cognitiva en personas jóvenes.

Uno de los flavonoles más abundantes en el cacao, y al que se le ha atribuido gran parte de sus propiedades benéficas, es la epicatequina.  Dentro de las propiedades más estudiadas de este flavonol, está la de incrementar en el músculo esquelético y en células neuronales las moléculas que eliminan compuestos tóxicos. Esto se ha asociado con su impacto en la modulación cognitiva y neural. También se ha mostrado que la epicatequina incrementa la angiogénesis y densidad neural en el hipocampo. Además, otros estudios la han asociado con el aprendizaje y la disminución de moléculas involucradas en la neurodegeneración. La evidencia también sugiere que este compuesto reduce la ansiedad en ratones.

Algunos estudios han mostrado que la epicatequina es capaz, al igual que el ejercicio físico, de activar vías que incrementan el tamaño y la capacidad del músculo esquelético. Asimismo, este flavonol es capaz de inducir una adaptación del corazón, similar a la que ocurre en las personas con actividad física. Por todas estas propiedades, la epicatequina es una de las moléculas de origen natural capaz de mimetizar algunos efectos del ejercicio. En este sentido, un estudio propone que la epicatequina también puede incrementar en el músculo esquelético la producción de aminotransferasa de kinurenina, modificando el metabolismo del triptófano y disminuyendo los efectos neurotóxicos por el desbalance de este.

Con todo lo mencionado, es evidente que la actividad física modifica la función muscular y esta, a su vez, puede tener un gran impacto sobre sobre diversas funciones del cerebro. No obstante, cabe mencionar que en algunas personas con problemas anímicos, no es fácil motivarlas para tener una actividad física regular, de ahí que moléculas que mimetizan el ejercicio, podrían ser una alternativa adyuvante para inducir cambios en la actividad muscular con todas las repercusiones benéficas que estos pueden tener sobre el cerebro.

Para Saber Más:

Cervantes J.G., García Rodríguez R.V., Vázquez Hernández M., Ceballos Reyes G.M. y Méndez Bolaina E. (2012). Xocolatl: antes alimento de los dioses, y ahora… Revista de Divulgación Científica y Tecnológica de la Universidad Veracruzana, 25(3). https://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol25num3/articulos/xocolatl/

 

Mahecha-Matsudo S.M. (2021). Poder del músculo esquelético en la salud y enfermedad. Revista de Nutrición Clínica y Metabolismo, 4(4). https://revistanutricionclinicametabolismo.org/public/site/288_Revision_Mahecha.pdf

 

OMS. (2020). Actividad física. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/physical-activity

 

Ramón Mauricio Coral Vázquez. Profesor-Investigador, Laboratorio de Biomedicina Traslacional, Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional.

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Mirna Guadalupe Martínez Damas. Doctora en Ciencias Biomédicas por la Universidad Nacional Autónoma de México, Laboratorio de Biomedicina Traslacional, Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional.

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