TECNOLOGÍA
La corteza de los árboles. Una mirada tecnológica
Miriam Sedano-Mendoza y Luz Elena Alfonsina Ávila-Calderón
Resumen
La corteza es la capa externa que recubre todos los árboles; tiene diferentes formas, colores y propiedades. Naturalmente, la corteza cubre y protege el árbol de los agentes externos y de las condiciones climatológicas adversas. Su estructura es compleja porque contiene sustancias singulares que la hacen muy interesante para su uso en el diseño de nuevos productos. Es un material renovable, sustentable y biodegradable que puede ser utilizado en diferentes áreas, como la farmacéutica, la cosmética, la alimenticia, la del papel y hasta la de construcción. Te invito a conocer este maravilloso material.
Palabras clave: Bioindustria, corteza, recurso natural.
RECIBIDO: 10/06/2024; ACEPTADO: 28/10/2024; PUBLICADO: 22/09/2025
La corteza es un material complejo, de diferentes formas y colores que, naturalmente, se encuentra en todo lo largo del tallo de los árboles y arbustos. Puedes llamarla corteza, tecata, cáscara o capa externa. Este material tiene muchas características interesantes y no te imaginas en dónde lo podrías encontrar.
Seguramente has tenido contacto con la corteza alguna vez. Por ejemplo, habrás visto en la alacena de tus padres unas botellas de vidrio con un pedazo de «madera» como tapón, quizás has probado el té de canela o en alguna ocasión notaste que había pedacitos de corteza cubriendo los rosales en los jardines de tu plaza favorita. Pues bien, ahí está la corteza de los árboles.
¿Qué es la corteza de un árbol?
Iniciamos definiendo la corteza, palabra que proviene del latín corticea o cortex. Desde el punto de vista botánico, es una capa o conjunto de capas que recubren el tallo, las ramas y las raíces de los árboles y las plantas. La corteza es el elemento anatómico que cuida y protege al árbol durante toda su vida y le permite resistir condiciones ambientales extremas del medioambiente.
¿Cómo es la corteza?
Físicamente, la corteza ocupa aproximadamente el 10 % del peso del árbol y, como ya se dijo, recubre todo lo largo del tallo o tronco. La corteza es diferente a la madera porque es más oscura, más olorosa, más quebradiza y, en general, mucho más dura. Una de sus particularidades es que la podemos encontrar en distintas formas, es decir, podemos hallar árboles con cortezas lisas, rugosas, esponjosas, en forma de láminas y con diferentes relieves que las hacen muy atractivas al ojo humano.
Si observas detenidamente un trozo de corteza, podrías notar que está compuesta por capas. A este nivel de observación se le conoce como nivel macroscópico. Por otro lado, si tuvieras un microscopio, a través de él podrías ver la forma que tienen las células de la corteza. Así, por simple observación, macroscópica y microscópica, los científicos pueden obtener valiosa información del árbol, como la edad, la familia a la que pertenece, si proviene de un clima cálido, templado o frío, si creció en un ambiente rural o urbano, si sufrió algún daño por insectos u otros animales, e inclusive si estuvo expuesto a un incendio.
Químicamente, las capas de la corteza están hechas de grandes moléculas formadas por carbono, hidrógeno y oxígeno, pero además, de otras sustancias muy complejas como los llamados extractivos, que son una mezcla de sustancias químicas muy variables, desde los aceites, las gomas, las ceras, las sustancias ácidas y astringentes, los azúcares y otras más. Cabe resaltar que la corteza es una de las partes del árbol con mayor cantidad de sustancias extraíbles.
¿Te puedes imaginar un material tan común y a la vez tan complejo?
La presencia de estas sustancias químicas, los extractivos, hace que la corteza posea características muy interesantes, tales como resistencia al ataque de hongos e insectos, resistencia a altas temperaturas, impide la transmisión de calor excesivo (baja capacidad calorífica); evita que el árbol se deshidrate (aislante) y que se dañe por la lluvia y el sol (lixiviación).
¿Cuánta corteza se produce?
En la industria forestal, el residuo que ocupa mayor volumen es la corteza, aun cuando no es tan fácil contabilizar lo que se produce en empresas medianas y pequeñas porque no se han considerado los procesamientos en bajas cantidades.
En 2021, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), reportó que en México se producen anualmente más de cinco millones de metros cúbicos de madera (5 600 000 m3) por aserrado y trozas para chapas, por lo que cada año se genera 560 000 m3 de corteza. Los principales estados productores son Durango, Chihuahua, Tabasco, Veracruz y Michoacán, siendo los árboles que se procesan para la obtención de madera en nuestro país el pino, el encino, el oyamel y algunas maderas preciosas. Solo las cortezas de algunas especies son utilizadas, principalmente, para la obtención de taninos, la de pino y la de encino.
¿Te puedes imaginar cuánto material está disponible para ser utilizado de manera racional e integral? Pero, más importante aún, es material orgánico, biodegradable y sustentable.
La corteza, sus usos y la bioindustria
Si comenzamos con los usos más antiguos que se han registrado, podríamos encontrar que la corteza se ha utilizado como forraje para ganado o como elemento principal para fabricar cuerdas y fibras, pero también se ha reportado que la corteza de diferentes árboles de pino se utilizaba como alimento en invierno en países escandinavos por su alto contenido de fibra. De la misma manera, se sabe que las primeras medicinas fueron obtenidas de las plantas, por lo que el uso de la corteza no sería una excepción.
La corteza, como elemento vivo que proviene del bosque, contiene un alto contenido de sustancias activas, por ejemplo, alcaloides, aceites esenciales, carbohidratos, vitaminas y antibióticos. En la actualidad, la corteza de encino se sigue utilizando como cicatrizante, antidiarreico y anticonvulsivo; mientras que la canela no solo se usa como condimento en la cocina, sino que también se dice tener efectos antifúngicos, antibacteriales y que favorece el apetito.
En la agricultura, la corteza se utiliza para el mejoramiento de suelos, ya que en combinaciones precisas y con algunos pretratamientos, favorece el movimiento de fluidos, puesto que es un material permeable que no se degrada tan fácilmente y da mayor estabilidad a los suelos preparados; además, evita la excesiva evaporación de agua. Y cuando la corteza es pulverizada, es decir, se muele tan fina hasta quedar como polvo, ayuda a la reproducción de microorganismos benéficos para la planta (biorremediación).
La corteza se ha utilizado como combustible muy importante en forma de carbón vegetal y es un material fundamental para la industria de los filtros. Se utiliza para filtrar el agua, para remover sustancias nocivas en el aire, para purificar alimentos como azúcar y eliminar sustancias tóxicas como metales pesados. Otro uso de la corteza es como paneles aislantes, por ejemplo, la corteza que más se ha utilizado es la del Quercus suber: el corcho. Por su parte, la corteza de pino (Pinus silvestris) se utiliza para fabricar muebles.
Asimismo, el uso de la corteza como bioindicador ha llamado la atención de los investigadores. En Polonia y Finlandia, se ha determinado el grado de contaminación del aire y la presencia de metales pesados al monitorear la corteza de los árboles por cierto tiempo. Las cortezas que han sido estudiadas son: Pinus sp (pino), Populus nigra (álamo), Quercus sp (encino), Ulmus sp (olmo), Salix sp (sauce), Fraxinus sp (fresno), Acer sp (maple) y Cupressus sp (cedro).
Cabe señalar que si hablamos de procesos más elaborados, encontraremos que se puede obtener el ácido acético (el vinagre común) y el alcohol metílico o también llamado alcohol de madera. Además, se pueden fabricar envases térmicos y bioplásticos. Por ejemplo, en China, se utiliza la corteza del laurel (Ficus natalensis) para fabricar fibras, tela y ropa.
La bioindustria, desde los principios de la química verde, estudia los procesos más limpios y amigables para el planeta y la corteza puede ser la mejor opción para explorar nuevas posibilidades de reducir los desechos y regresar a las materias primas renovables que pueden ser aplicadas en diferentes áreas, como la farmacéutica, la cosmética, la alimenticia, la del papel e, inclusive, la de construcción.
Ahora te invitamos a que observes a tu alrededor y te preguntes qué cosas provienen de nuestro valioso material: la corteza de los árboles.
Miriam Sedano-Mendoza
Estudiante de posgrado de la Facultad de Ingeniería en Tecnología de la Madera,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Morelia, Michoacán.
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Luz Elena Alfonsina Ávila-Calderón
Profesora e investigadora de la Facultad de Ingeniería en Tecnología de la Madera,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Morelia, Michoacán.
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Gomes-Gonçalves F., Silva-Chaves I.L., Vargas-Fassarella M., Soares-Brito A., Soares-Gomes da Silva E., Martínez-López Y. y Gonçalves de Oliveira R.E. (2021). Extracción de taninos de la corteza de Pinus spp tratada térmicamente – aplicación como adhesivo. Madera y Bosques, 27(1), e2712041. https://myb.ojs.inecol.mx/index.php/myb/article/view/2041/2230
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