La Ciencia en el Cine

Carbón alterado

Escrito por Horacio Cano Camacho

LA CIENCIA EN EL CINE

Carbón alterado

Horacio Cano Camacho

Hoy vamos a recomendar la serie —y el libro en que se basa— Carbón alterado (Altered Carbon, 2002), escrita por Richard K. Morgan. Esta obra marcó un hito en la ciencia ficción contemporánea por su fusión de cyberpunk, novela negra y filosofía de la identidad. Su adaptación televisiva puede verse en Netflix.

La historia se sitúa en un futuro distópico donde la conciencia humana puede digitalizarse y transferirse de un cuerpo a otro. El «alma», por así decirlo, se almacena en un dispositivo llamado almacenador cortical (cortical stack), insertado en la base del cráneo. Los cuerpos, ahora denominados fundas, son desechables. Morir ya no significa el fin, sino un contratiempo para quienes pueden pagar el proceso de remisión.

El protagonista es Takeshi Kovacs, un antiguo soldado de élite (un Envoy) con un pasado violento que es descargado en un nuevo cuerpo en la Tierra para resolver el supuesto suicidio de un millonario llamado Laurens Bancroft, pero Bancroft está convencido de que fue asesinado y quiere que Kovacs lo investigue.

Lo que sigue es una intrincada mezcla de investigación policial, intrigas corporativas, violencia estilizada y profundas preguntas sobre qué nos hace humanos.

La novela explora con gran profundidad el concepto del yo en un mundo donde el cuerpo es solo un recipiente. ¿Sigue siendo la misma persona quien cambia de cuerpo? ¿Qué ocurre con la empatía, la memoria, el trauma o el amor? En este futuro, la inmortalidad está reservada a los ricos. Los Mats (de Matusalén) viven siglos acumulando riqueza, mientras las masas apenas sobreviven. Hay una crítica clara al capitalismo exacerbado y al poder tecnocrático.

La desechabilidad de los cuerpos ha generado una cultura de violencia extrema. El cuerpo ha perdido valor ético o simbólico: se puede torturar, modificar, comprar o vender. El almacenamiento digital de la conciencia plantea interrogantes filosóficos y religiosos: ¿qué lugar queda para el alma? ¿Se puede juzgar moralmente a alguien por lo que hace en otro cuerpo? ¿Qué valor tiene la muerte?

Tanto la serie como el libro están narrados desde la perspectiva de Kovacs, con un tono cínico, duro y filosófico. Recuerda a la novela negra clásica, con ecos de Raymond Chandler y Dashiell Hammett. El lenguaje es crudo y directo, cargado de argot tecnológico y urbano. El ritmo es rápido, estructurado como un thriller, con múltiples giros, persecuciones, tiroteos, sexo y violencia.

La serie logra transmitir los ambientes oscuros y decadentes, claramente influenciados por el cine noir y el cyberpunk, con una atmósfera densa al estilo Blade Runner. En ambos formatos, los personajes clave son:

 

Takeshi Kovacs, antihéroe por excelencia: violento, introspectivo, irónico. Combina el escepticismo de un detective con las habilidades de un supersoldado. A lo largo de la saga evoluciona, pero aquí es puro cinismo y supervivencia.

Laurens Bancroft, uno de los hombres más poderosos del mundo, vive en las alturas (literalmente, en su torre) separado del resto de la humanidad.

Kristin Ortega, una detective de policía con pasado personal ligado a la funda que ahora habita Kovacs. Representa la resistencia moral frente a la decadencia del sistema.

 

Aquí quiero hacer una observación. En la serie televisiva bajo demanda, el personaje de Kristin Ortega —tan fundamental en el libro— no logra convencer. El papel lo interpreta la mexicana Martha Higareda, quien deja mucho que desear; más que interpretar a Kristin Ortega, parece concentrada en ser ella misma. Esta opinión fue compartida por muchísimos fans del libro cuando comenzó a transmitirse la serie.

Carbón alterado es una de las obras más ambiciosas y provocadoras del cyberpunk moderno. Es una excelente combinación de acción, filosofía, crítica social y narración noir, con una construcción de mundo detallada y creíble. Una novela fascinante, oscura y desafiante que redefine las preguntas clásicas de la ciencia ficción: ¿qué significa ser humano en un mundo donde el cuerpo no importa? ¿Cómo afecta la inmortalidad al alma, al amor y a la justicia?

Es ideal para lectores que disfrutan de mundos sombríos, dilemas éticos complejos y acción con trasfondo filosófico. Una lectura imprescindible para quienes se interesan por el cruce entre Blade Runner, Ghost in the Shell y la novela negra clásica.

El tema de la transferencia de la conciencia humana a una máquina y luego de regreso a un cuerpo ha sido recurrente en la literatura de ciencia ficción. Algunas novelas que exploran esta idea son Neuromante, de William Gibson; ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Philip K. Dick; La era del diamante, de Neal Stephenson; y Permutación City, de Greg Egan. Estas obras reflejan el temor social ante los avances tecnológicos y advierten sobre las implicaciones filosóficas, éticas y técnicas de digitalizar la mente humana.

En Homo Cyborg, Naief Yehya profundiza en la fusión entre humanos y máquinas, abordando el impacto de la inteligencia artificial, la cibernética y las prótesis avanzadas en nuestra identidad. Yehya destaca cómo el cyborg ha pasado de ser una figura de la ciencia ficción a una realidad cotidiana, con dispositivos como marcapasos, prótesis biónicas e interfaces cerebro-máquina. También analiza el control y la vigilancia: advierte que la tecnología, además de ampliar nuestras capacidades, puede utilizarse para el control social y la mercantilización del cuerpo.

Vean Carbón alterado o, mejor aún, lean la novela. Seguro le inspirará muchas horas de reflexión.

 

Horacio Cano Camacho, Profesor Investigador del Centro Multidisciplinario de Estudios en Biotecnología y Jefe del Departamento de Comunicación de la Ciencia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

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