Número 33

Homero Galarza Horrostieta

Nieves Homero Galarza Horrostieta estudió y se tituló como Biólogo en la Facultad de Biología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, UMSNH. Entre los años 1983 y 2005 realizó estudios de actualización profesional en diversas instituciones en la ciudad de México, en Celaya, Guanajuato, y en dependencias de la UMSNH en Morelia, Michoacán, entre los que figura su asistencia al Primer Simposium Nacional de Biología Molecular en la Investigación Agrícola, así como los cursos Teórico-Práctico de Genética Humana, Actualización en Biología Molecular, Cariotipos en Peces, Actualización en Ecología, los también Teórico-Práctico de Genética Molecular y de Transformación Genética de Plantas, y el Diplomado en Actualización en Biología; Microbiología, Genética y Biotecnología. Además, a partir de Noviembre del 2005, inició los estudios de la  Maestría en Educación Superior en el Centro de Investigación y Desarrollo del Estado de Michoacán (CIDEM), donde ha acreditado las siete asignaturas, de 50 horas de duración cada una de ellas, con lo que ha completado lo exigido para el  Diplomado en Educación Superior.   

Desde el año de 1976, presta sus servicios docentes en la Escuela Preparatoria “Ing. Pascual Ortiz Rubio”, dependiente de la UMSNH, donde el año 2012 fue promovido a Profesor e Investigador Asociado “A” de Tiempo Completo. En otras actividades, ha sido Jefe del Laboratorio de Investigación de Genética y Microbiología, en la Facultad de Biología, y Coordinador del Laboratorio de Biología y Ecología, en la misma Preparatoria “Ing. Pascual Ortiz Rubio”. En otras actividades académicas, desde el año 2002 preside el Consejo de la Academia de Biología y Ecología, del Bachillerato Nicolaita, donde  ha participado en la revisión y actualización de los programas de materias, así como en la elaboración de Manuales de Prácticas.

Desde el año 2000 es Asesor en Biología Celular y Molecular, y en Fisiología Animal, de la Selección del Estado de Michoacán, que ha concursado en las Olimpiadas Nacionales de Biología, organizadas por la Academia Nacional de Ciencias.  A partir del 2005 se desempeña como Delegado Estatal para la Olimpíada Nacional de Biología, por lo cual tiene el encargo de organizar el Concurso Estatal, coordinar el “Diplomado de Actualización en Biología Superior”, para preparar académicamente a los miembros de la Selección de Michoacán, que representarán a nuestro Estado en la Olimpíada Nacional de Biología, y, asistir al evento nacional acompañando a la delegación. En este diplomado  imparte las materias de Bioquímica, Biología Celular y Molecular, Fisiología Animal, Fisiología Vegetal y Ecología.

Ha sido asesor de proyectos en el marco del  Encuentro Universitario de Proyectos Científicos y Técnicos del Nivel Medio Superior. Lo mismo, ha participado con coordinación de eventos,  conferencias, ponencias y cursos dirigidos a profesores participantes en programas de capacitación y adiestramiento de diferentes niveles educativos. Tiene 42 años de servicio docente y ha expresado que su mayor experiencia es la docencia en el Bachillerato y como Delegado de la Olimpiada de Biología. 

Recientemente la Universidad Michoacana lo distinguió con la presea “Vasco de Quiroga”, como docente y además por su actuación como delegado nacional de la Olimpiada Nacional de Biología. ¿En qué consiste esta competencia, cuál es su función y cuántos han sido sus logros?

La Olimpiada Nacional de Biología, es una competencia académica convocada por la Academia Mexicana de Ciencias. Tiene tres niveles: primero la etapa estatal, la que yo coordino, luego la nacional y, finalmente, la internacional. La etapa estatal arranca el mes de junio, cuando convocamos a todos los bachilleres de los planteles públicos y privados del Estado de Michoacán. A quienes se inscriben les hacemos un examen preselectivo y escogemos a los mejores 35 promedios.

Luego, a los estudiantes de esta preselección los capacitamos, con ayuda de algunos profesores de la Facultad de Biología, durante los meses de julio a diciembre, cuando, luego de varios exámenes periódicos, integramos con los mejores 8 promedios la selección del Estado de Michoacán. A ellos, les proporcionamos desde los primeros días de enero una preparación intensiva, previa a la salida al concurso nacional, que es realizado durante la última semana de ese mismo mes.

Ahora bien, cada entidad federativa tiene derecho a llevar a la Olimpiada Nacional a 6 concursantes, certamen en el que, en nuestro caso, durante las últimas 13 olimpiadas, (2005 al 2017) en las que he participado como coordinador, Michoacán ha obtenido 71 medallas nacionales de 78 posibles (31 medallas de oro, 22 de plata y 18 de bronce). A su vez, en las olimpiadas internacionales el logro ha sido 3 medallas de bronce, así como, en la Olimpiada Iberoamericana, 2 medallas de oro, 2 de plata y 4 de bronce.

El objetivo fundamental de la Olimpiada de Biología es encontrar talentos jóvenes del bachillerato, para encaminarlos hacia la investigación científica. Debo decir con toda honestidad que no le hacemos el feo a las medallas, pero ese no es el objetivo principal de la Olimpiada Nacional de Biología, sino la búsqueda de estudiantes que quieran dar un plus, un extra y acepten ser orientados y encaminados hacia un futuro como investigadores de la ciencia. 

¿Particularizando, cómo les ha ido a los estudiantes del bachillerato de la Universidad Michoacana que han resultado seleccionados para competir en las olimpiadas de Biología?

En la última Olimpiada Nacional de Biología realizada en la ciudad de Campeche en enero de este 2017, la representación michoacana obtuvo 3 medallas de oro y dos de plata. Lo interesante de este resultado es que esos cinco estudiantes que obtuvieron medalla en la Olimpiada Nacional por vez primera, son del bachillerato nicolaita de la Universidad Michoacana.

Ahora bien, los tres nicolaitas medallistas de oro están asistiendo a la Facultad de Ciencias de la UNAM en la ciudad de México para recibir capacitación previa a su probable participación en la Olimpiada Internacional de Biología o en la Olimpiada Iberoamericana. Entiendo que los tres están prácticamente en la orilla para asistir a uno de esos dos certámenes de este año. 

¿Cómo motiva usted a los estudiantes del bachillerato tanto en las aulas como a quienes asisten a la preparación intensiva previa en relación con alguna de las fases de las Olimpiadas de Biología?

Una de las cuestiones que más me gusta señalarles a mis estudiantes, tanto a los normales como a los olímpicos, es que a la inteligencia no se le pone límite, que ellos son los que van a decidir hasta dónde llegar. Los profesores; los orientamos, les señalamos el camino, pero quienes van a aprender, a realizar el trabajo duro y pesado de estudiar, son ellos.

Por otro lado, es necesario que todos los profesores entendamos que tenemos un problema muy serio con nuestros estudiantes actuales, a quienes les falta mucha autoestima. Nosotros necesitamos estimularlos, encaminarlos adecuadamente y enseñarles que sí tienen capacidad, que simplemente necesitan desplegarla, que con su talento y con tenacidad pueden llegar a donde quieran. 

¿Cuáles considera como sus mayores experiencias en más de 40 años de servicio a la docencia y durante más de una década como delegado estatal de la Olimpiada Nacional de Biología?

Una de las cosas que más satisfacción me da -con lo que me siento pagado de todos los esfuerzos que hago-, es cuando, al estar dando alguna clase, veo esa chispa, cuando siento que me ha sido entendida una explicación, cuando oigo la expresión de gozo, de dicha, del estudiante que me ha comprendido una cuestión, por más complicada que sea.

Yo les aconsejo a mis estudiantes sobre que una de las maneras en que ellos van a solidificar el conocimiento es justamente con la lectura y con el repaso. En esto, tenemos un gran reto los docentes porque ello es justamente el principal problema que vamos a enfrentar: ¿Cómo vamos a estimular a los estudiantes para que lean? porque esa es la manera como se puede solidificar el conocimiento y ampliarlo cada vez más.

Usted ha venido insistiendo, durante los actos públicos referentes a la Olimpiada en que el empeño de los jóvenes por superarse merece una educación de calidad. ¿Desearía profundizar en esta idea?

 Para mí, una educación de calidad consiste primeramente en que los profesores asistamos a la clase, la preparemos, demos el curso completo y con la profundidad requerida, además de que esa enseñanza tiene que ser pertinente, lo que significa que el contenido temático que le demos al estudiante le sirva para acometer con éxito la educación superior, y además, le sirva para resolver y entender la grave problemática de su entorno y coadyuvar en la medida de sus posibilidades para resolverla. 

¿Cómo fue que decidió estudiar la carrera de biología en la Universidad Michoacana?

Desde que yo era estudiante de bachillerato, me gustaba. La de biología, era una de las materias que más me agradaban y que su aprendizaje se me facilitaba. En la década de los 70s, realicé el bachillerato de dos años en la Escuela Preparatoria “Ingeniero Pascual Ortiz Rubio”, donde en aquella época, aún como estudiante, se me dio la oportunidad, de ser parte del personal del laboratorio que empezaba a funcionar en esta escuela, y con esto me surgió todavía más el interés por participar en la docencia.

Hasta ahora, ¿cuál de sus estudios de actualización profesional le ha sido más satisfactorio y lo mismo en lo referente a conferencias, ponencias y cursos que ha impartido?

En cursos que he impartido, lo que más me ha agradado es que me han invitado a participar como ponente en un programa conjunto del Conacyt, la Universidad Michoacana y la Secretaría de Innovación que se llama “La ciencia en tu escuela”, para  actualizar a los profesores de secundaria y de primaria. Es muy satisfactorio para mí contribuir, y seguir haciéndolo, para la actualización de estos compañeros profesores y que esto se refleje a la hora en que ellos impartan sus materias en sus niveles respectivos. Esto es una de las más grandes satisfacciones que en lo personal yo he tenido, además de la Olimpiada de Biología. 

¿Qué es lo que más le satisface hacer en su tiempo libre, independientemente de su trabajo como académico?

Básicamente, compartirlo con mi familia. Ya tengo algunos nietos, -muy traviesos, por cierto- y, bueno, pues me gusta convivir, estar con ellos, ir a pasear por ahí con ellos, jugar también. También me gusta leer y escuchar música.  

 ¿Qué tipos de lecturas y que tipo de música le gusta?

 Me gusta la música clásica y también me gusta mucho la música mexicana, la de mariachi; también la de la banda, pero no la de las actuales sino de las más antigüitas. 

¿Y de lectura?

De lectura, leo novela, novela de actualización política sobre todo, y, obviamente, biología. 

¿Cuál es su punto de vista sobre el hecho de realizar divulgación de la ciencia y la técnica mediante revistas electrónicas, como Saber Más de la Universidad Michoacana?

 A mí me parece muy importante, qué bueno que ustedes hayan tomado la decisión de hacer una revista como ésta, creo que hacía falta. Es importante, la divulgación es uno de los rubros que, creo, le hace falta a la universidad para estar en contacto precisamente con la sociedad que nos sustenta. Ustedes están haciendo una labor muy importante con la divulgación, qué bueno que hayan decidido hacerlo. 

Maestro, en su opinión, ¿qué más requeriríamos en México para incentivar y realizar la formación de futuros científicos académicos?

Pienso que los profesores, a nivel bachillerato tenemos un gran trabajo, porque en esta etapa, en mi opinión, es cuando realmente se forjan los futuros investigadores. Nosotros tenemos la obligación de estimularlos  y de señalarles el camino, decirles a los muchachos que para ellos hay otras alternativas en la ciencia y no solamente las carreras tradicionales. Ese es un gran trabajo de convencimiento y de divulgación que nosotros tenemos entre los estudiantes, de orientarlos académicamente para que vayan hacia ese camino de la investigación científica. 

¿Desea agregar algo más?

Sería aprovechar este medio. Pero, primero agradecer la oportunidad de estar con ustedes en esta entrevista y, segundo, aprovechar esta situación para hacer una invitación a todos los profesores y estudiantes de bachillerato para que asistan a la vigésima séptima emisión de la Olimpiada Estatal de Biología, cuyo concurso preselectivo se va a realizar en el Auditorio del SPUM a las nueve horas el próximo 30 de junio de este año, en donde haremos el examen preselectivo para iniciar la nueva etapa de trabajo.