ESTELA SUSANA LIZANO SOBERÓN

Escrito por Roberto Carlos Martínez Trujillo y Fernando Covián Mendoza

Estudió la licenciatura en Física en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sus estudios de Maestría y Doctorado en Ciencias en Astronomía en la Universidad de California en Berkeley.

Ha impartido cátedra de Astronomía, Física y Matemáticas en la UNAM y en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, dirigiendo varias tesis de doctorado y licenciatura.

Desde 1996 se integró al Instituto de Astronomía UNAM y en 1996 se trasladó al Campus Morelia de la UNAM. Participó en la creacón del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) fue nombrada directora en los periodos 2007-2011 y 2011-2015.

Es investigadora nivel III del Sistema Nacional de Investigadores, ha participado con el Grupo de Trabajo sobre Formación Estelar y el Comité Organizador de la División de Medio Interestelar de la Unión Astronómica Internacional y fue consejera de la American Astronomical Society, actualmente es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias y de la Sociedad Mexicana de Física.

Es pionera en México en el estudio teórico de la formación de las estrellas. Ha hecho aportaciones fundamentales al entendimiento contemporáneo del fenómeno del nacimiento de nuevas estrellas, tanto desde el punto de vista teórico como observacional.

Es considerada líder teórica de la formación estelar a nivel internacional. Su campo de especialidad es la magneto hidrodinámica del medio interestelar (formación estelar, colapso gravitacional, vientos estelares, discos protoplanetarios y regiones ionizadas), y el transporte de la radiación en el gas ionizado, atómico y molecular.

Ha sido acreedora al Premio de Investigación Científica 1996 en el área de Ciencias Exactas de la Academia Mexicana de Ciencias; a la distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos 1996 en el área de investigación en Ciencias Exactas; y al Premio a la Investigación Científica y Humanística por el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología del Estado de Michoacán en 2006.

Además, ha recibido el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Ciencias Físico Matemáticas y Naturales otorgado por el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos en 2012.

Ha publicado artículos científicos, libros, capítulos de libros y artículos de divulgación científica, reconocida por ser autora de algunos de los artículos más citados en su área.

Se le aprecia como pionera en México en el estudio teórico de la formación de las estrellas y, en el medio internacional se le valora por sus aportaciones para el entendimiento contemporáneo de ese fenómeno estelar. ¿Por qué se interesó en dedicarse a este tema?

Yo empecé estudiando la licenciatura de física en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México, carrera en la que llevé muchas materias optativas tratando de encontrar un área que me gustara hasta que, ya al final de la carrera, conocí al doctor Jorge Cantó, un astrónomo que está en la Ciudad de México y quien es un maestro excepcional. Con él llevé un curso que se llamó Medio Interestelar (es el gas que hay entre las estrellas en nuestra Galaxia) en el que, con las ecuaciones de dinámicas de gases, se estudiaban los procesos que ocurrían en el medio interestelar. En particular, la formación de las estrellas ocurre en nubes de gas y polvo y se estudian con la dinámica de gases. Cuando yo vi las ecuaciones maravillosas que predicían fenómenos físicos muy interesantes, me quedé enamorada de esa área.

En su labor cotidiana de investigadora ¿Qué instrumentos utiliza? ¿Cómo verifica o son cotejadas sus predicciones teóricas?

Yo hago modelos de los procesos físicos que ocurren cuando se forman las estrellas, para lo que utilizo computadoras. Elaboro programas que resuelven ecuaciones diferenciales y que despliegan y grafican las soluciones. Lo que es muy importante en cualquier ciencia no es comprobar los modelos, porque eso no se puede hacer, sino compararlos con los procesos físicos y tratar de ver si hay algo que los falsifique, porque ese es el camino de la ciencia: proponer una teoría y ver si las observaciones la apoyan o al contrario, la desechan. En el caso de la astronomía, lo que se hace con los modelos, es proponer observaciones para los telescopios en distintas longitudes de onda, con las que se trata de ver si lo que uno está proponiendo tiene algo que ver con la realidad.

Para el estudio de la formación de estrellas, dado que las estrellas se forman dentro de nubes moleculares que están llenas de polvo, la luz óptica, que es la que nosotros percibimos visualmente, es absorbida en la nube y no llega hasta el observador. Entonces se utilizan casi siempre o preferentemente telescopios en longitudes de onda de radio o infrarrojo, y lo que uno propone son observaciones en estos rangos de frecuencias para tratar de ver si los modelos están prediciendo algo que se parezca a la realidad.

En nuestro caso, tenemos en el Instituto de Radioastronomía y Astrofísica un grupo muy grande de radioastrónomos, colegas excelentes y con gran reconocimiento a nivel internacional. Ellos son capaces de conseguir tiempo en telescopios internacionales para realizar diferentes proyectos. En mi caso, les presento alguna propuesta específica para que se busque algo con alguna observación, en algún objeto. O, a veces, ellos tienen observaciones y quieren ver si los modelos pueden interpretarlas, entonces me buscan a mí.

Entre los artículos de divulgación y capítulos de libros que ha publicado, figura “¿Cómo se forman las estrellas?” en Aportaciones científicas y humanísticas en el siglo XX de la Academia Mexicana de Ciencias en 2008. ¿De manera oral, ha narrado o cómo relataría a un niño el nacimiento de una nueva estrella en el Universo?

Vamos a suponer que tengo que explicar la formación de estrellas en nuestra Galaxia, que es el fenómeno que nosotros estudiamos: En nuestra Galaxia -decía-, hay mucho material disponible para hacer estrellas. Hay nubes enormes de gas y polvo que tienen en total miles de veces la masa del Sol. Es muchísima masa, pero está extendida en un tamaño tan grande que la densidad es muy baja.

Sin embargo, en estas nubes llamadas moleculares porque están hechas de moléculas de hidrógeno, hay pequeñas regiones que poco a poco se condensan por efecto de su propia gravedad. La gravedad siempre va a ganar. Entonces, pequeñas regiones de las nubes se van condensando, y cada vez van a ser más densas y más densas, hasta que en la parte central la gravedad gana. Y empieza el colapso gravitacional: Todo el gas cae hacia el centro de estas regiones densas y en el centro va a formarse una protoestrella. El gas se va calentando cada vez más y más, hasta que este objeto central llega a tener en su centro una temperatura suficiente alta para poder encender reacciones nucleares. Es como un gran reactor nuclear, como ocurre en nuestro Sol. Estas reacciones liberan energía y esa energía es la que hace que la estrella brille.

Se dice entonces que nace una estrella. Además de la estrella, como el gas que cae tiene un movimiento de giro, de rotación, no cae directamente a la estrella, sino que se deposita en un disco de gas y polvo que se llama protoplanetario, porque va a dar lugar a un sistema como nuestro Sistema Solar. Entonces en este proceso de formación de las estrellas se forma una estrella central por el colapso de la nube con un disco alrededor. Además, las estrellas jóvenes emiten unos chorros muy poderosos en direcciones opuestas, son unos chorros de materia como el viento solar, pero muchísimo más intensos. Esos vientos estelares destruyen a su vez la nube materna, y así podemos ver las estrellas como las vemos hoy.

Su labor como investigadora la ha llevado a participar en actividades de la American Astronomical Society y de la Unión Astronómica Internacional ¿Qué experiencias le han dejado?

Es muy interesante cómo funcionan estas grandes asociaciones de astrónomos, cuyo objetivo es impulsar a la astronomía a nivel mundial y también lograr que los astrónomos tengan acceso a grandes telescopios. Estos telescopios son muy grandes y muy caros, por lo que se hacen en colaboración entre varios países. Además, a estas asociaciones les interesa divulgar el conocimiento astronómico. Esto último, la divulgación, es algo que todas las asociaciones científicas tienen como una labor muy importante: comunicar al público el trabajo que hacen los profesionales en astronomía.

Esta tarea la hacen tanto la Unión Astronómica Internacional como la Sociedad Americana de Astronomía. Actualmente soy presidenta de la Sociedad Mexicana de Física, que también tiene entre sus tareas hacer divulgación científica. Creo que necesitamos comunicar lo que hacemos, porque finalmente es el público quien, mediante los impuestos que paga, permite que la ciencia avance en el conocimiento humano, por lo que debemos regresar este conocimiento a la sociedad.

Además, participó, en el Campus Morelia de la UNAM, en el grupo fundador del Centro de Radioastronomía y Astrofísica (CRyA), del cual fue secretaria académica y luego directora durante dos períodos, el último recién concluido ¿Qué ha significado esto en su trayectoria profesional?

Ha significado una gran satisfacción poder participar en el desarrollo y la consolidación de este grupo de investigación, un grupo que está trabajando muy bien, haciendo una labor muy seria y muy reconocida. Haber participado en su desarrollo fue muy importante y también lo fue dirigirlo como directora hacia su transformación de centro a instituto. Esto significa en la universidad un reconocimiento a su solidez académica y a la madurez y la excelencia del grupo de investigación.

Ha sido para mí todo un proceso, desde el nacimiento del grupo aquí en Morelia, en esta bellísima ciudad en donde siempre nos recibieron muy bien. Hemos tenido siempre una colaboración muy importante con la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Nosotros participamos en su Posgrado en Física, al inicio cuando tenían pocos profesores, y hemos colaborado siempre en la parte de divulgación científica. Así, el crecimiento y la consolidación de nuestro grupo en un periodo más o menos de 15 años para su transformación en Instituto, ha sido algo muy satisfactorio para mí y para todo el grupo.

Obtuvo, entre otros, el Premio Nacional de Ciencias del Gobierno de la República y el Premio a la Investigación Científica y Humanística del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Michoacán. ¿Ambas distinciones, qué le representan?

Una gran satisfacción a nivel personal, pero sobre todo un compromiso para seguir trabajando en la investigación, en la formación de recursos humanos, para no quedarse uno con lo que ya tiene, si no tratar de hacer más y regresar más a la sociedad….

¿Cuándo y cómo decidió realizar una carrera científica?

Desde niña me gustaban las matemáticas, la física, la biología y la química, todas las ciencias; me gustaba ver las explicaciones a los fenómenos naturales. Entonces, era natural que iba a dedicarme a una carrera científica. Finalmente, ya en la preparatoria, me pareció que la física era algo muy preciso, algo muy elegante… Y me dirigí a la física.

Como investigadora en esta área de la ciencia ¿Cuál ha sido su papel en la formación de recursos humanos, sobre todo a nivel de posgrado? Y que tan importante es para usted el trabajo que realiza en la formación de investigadores en su área científica?

Es una de las labores principales de un investigador: dar clases y formar recursos humanos especializados. En mi caso, he tenido varios estudiantes de doctorado, ahora tengo seis graduados y cuatro estudiantes más que están haciendo su tesis. En maestría he graduado otros seis estudiantes y también de licenciatura. Creo que cada maestro ve con gran satisfacción como un estudiante va aprendiendo y va evolucionando hasta que se vuelve un investigador independiente.

Además, es algo que nos mantiene a nosotros con energía: ver que las cosas siguen avanzando, que estos brillantes muchachos tienen nuevas preguntas, tienen formas propias de atacar los problemas. Si no formáramos recursos humanos, se muere el campo. Tengo egresados que se han integrado a universidades estatales; otros, se han ido al extranjero a trabajar. Todos son muy importantes porque van a mejorar el nivel local donde estén y a fomentar vocaciones a través de la astronomía. Es la ley de la vida, son como los hijos académicos.

Además de la ciencia ¿Qué le interesa y recrea? ¿Podría compartirnos algo de ello?

Me gusta mucho leer, siempre leo para descansar, no leo cosas difíciles. Leo novelas, me encanta la ciencia ficción, también la ficción fantástica (así, como el Señor de los Anillos). De la ciencia ficción me encantan los clásicos, como Crónicas Marcianas. También las novelas de detectives, pero no las tremendas, donde pasan cosas horribles, sino más bien: ¿Quién fue el malo? Si, siempre tengo algo para leer. También me gusta la literatura latinoamericana, leí mucho de García Márquez, Ibargüengoitia, de un escritor sudamericano Jorge Amado, que tuvo una etapa de crítica social. En general leo cualquier novela de mucha imaginación. También me gusta la música y el cine.

¿Cuál es su concepto de la divulgación científica y qué opina de hacerlo de manera electrónica, como es el caso de la revista Saber Más, que edita la Universidad Michoacana?

Considero que la divulgación es fundamental, es una de nuestras labores sustantivas. Por un lado la investigación, por otro la docencia, y la divulgación, que no tiene menos importancia, sino la misma que las otras actividades. Nosotros tenemos un deber con la sociedad: regresarle el conocimiento que hemos aprendido y que estamos estudiando. Necesitamos compartir ese conocimiento por varias razones, entre ellas para fomentar vocaciones, como ya lo comenté, en los muchachos y en los niños. No todos van a ser astrónomos pero empiezan por la emoción de la astronomía para después volverse ingenieros, o estudiar física en otras áreas, o química, en fin para volverse científicos.

También es necesario que el público en general esté informado de la ciencia, para que sirve, en que es buena, en que puede dañar, aunque la ciencia por si misma no daña, si no la aplicación mal hecha. Un público bien informado es un público que no es vulnerable ante los engaños o las manipulaciones.

La ciencia es maravillosa, toda, no nada más la astronomía. Cuando uno le platica a la gente y le explica los fenómenos que uno estudia, se ve que les gusta y emociona… La vida está llena de problemas, y cuando uno piensa en la naturaleza, en los descubrimientos científicos y en cómo conocemos las cosas, es la parte más bonita del ser humano.

La revista Saber Más es muy buena, he estado leyéndola, tiene artículos amenos, muy claros. Además, por ser electrónica tiene una plataforma muy grande, ya que cada vez hay más acceso a internet en México. Podrían incluso expandirla a toda Latinoamérica. Saber Más es una revista que puede llegar a los jóvenes, tiene el formato para que la lean en internet. Es un trabajo bien hecho, está muy bonita, yo los felicito.

¿Desea añadir algo o decirnos qué le gustaría que se le preguntara?

Nada más quisiera decirle al público que se acerque a la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, que cada año, en abril, realiza una feria de las ciencias, el Tianguis de la Ciencia, donde encontrarán novedades y descubrimientos. Vayan, lleven a sus hijos. Y así como la Universidad Michoacana tiene este evento en particular, también hay muchos otros durante el año: acudan a la Casa de la Cultura, vengan a los Ciclos de Astronomía del Instituto de Astronomía y Astrofísica donde cada mes hay una charla, sacamos telescopios… Vengan a vernos, a preguntarnos lo que quieran, traigan a sus niños, es una oportunidad de conocer y de que los niños conozcan y vean que ellos tienen el potencial de estudiar y hacer lo que ellos quieran.