VUELVE NUESTRO QUERIDO BRONTOSAURUS

Escrito por MC. Roberto Díaz Sibaja

El brontosaurio (Brontosaurus) es uno de los dinosaurios más populares de todos los tiempos. Es Dino de “Los Picapiedra” y Pie pequeño de “La tierra antes del tiempo”. Pero hasta inicios de este año no se trataba de un nombre científico válido: El brontosaurio no existía, al menos oficialmente...

Esta historia comenzó en 1877 cuando el paleontólogo de Yale, Othniel Charles Marsh, describió un esqueleto parcial de un juvenil bajo el nombre de Apatosaurus ajax (reptil engañoso de Ajax [el héroe mitológico griego]). Dos años más tarde, en 1879, el profesor Marsh describiría otro esqueleto parcial como Brontosaurus excelsus (reptil trueno sobresaliente). Tanto Apatosaurus como Brontosaurus carecían de cráneo, por lo que se le construyó uno provisional basado en el de un pariente distante, el Camarasaurus. Fue así que durante décadas, los dinosaurios de Marsh fueron representados con erróneas cabezas altas y chatas.

En 1909 el paleontólogo del Museo Field de Historia Natural de Chicago, Elmer Samuel Riggs, descubrió el primer esqueleto con cráneo de Apatosaurus. Al estudiar a detalle su hallazgo y a los dinosaurios “decapitados” del profesor Marsh, Riggs llegó a la conclusión de que el brontosaurio no era lo suficientemente distinto de Apatosaurus y renombró la especie como “Apatosaurus excelsus”. Así, Brontosaurus dejó de existir científicamente y fue conocido como un sinónimo de finales de siglo XIX de Apatosaurus.

El pasado 7 de abril de 2015 un equipo de paleontólogos de Portugal, Italia y Reino Unido “resucitaron” a Brontosaurus, a 106 años de su “muerte” a manos de Riggs. El equipo no estaba buscando reanimar al brontosaurio, en realidad se encontraba estudiando las relaciones de parentesco evolutivo entre los diferentes miembros de su familia, denominada Diplodocidae. En dicho análisis, resultó que el brontosaurio y el apatosaurio de Marsh mostraron pertenecer a linajes evolutivos cercanos, pero separados e independientes. Ello, supone que el nombre científico “Brontosaurus excelsus” vuelva a ser instaurado como válido.

Pero, no tan rápido. A pesar de que la noticia ha circulado alegremente por doquier, la comunidad científica no está segura sobre el regreso del brontosaurio. Y es que un artículo científico no pretender “sellar” el conocimiento y declararlo como verdad, lo que busca es comunicar los resultados de una investigación. Bajo esta perspectiva tenemos que tener en cuenta que su retorno puede ser sólo temporal, pues futuros estudios podrían refutar el estudio de este abril. Esperemos entonces que el regreso de nuestro querido Brontosaurus sea permanente. Sólo el tiempo lo dirá.

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