DEPREDADORES EN VUELO: SIMBOLOGÍA Y CONSERVACIÓN

Escrito por Adrián Morales Salazar Zamudio

El fraile franciscano a luz de una vela, con honro detalle y tinta en pluma, escribió sobre papel de amate “Hay águilas en esta tierra de muchas maneras. Las mayores tienen el pico amarillo, grueso y curvado y recio, tienen los ojos resplandecientes como brasa. Son grandes de cuerpo. El águila tiene recia vista; Grita y sacude. Es parda oscura. Caza y come animales vivos y no come carne muerta”.

La descripción anterior podemos encontrarla en la obra “Fauna de Nueva España”, que Fray Bernardino de Sahagún junto con sus tlacuilos (escribanos) abordó la inalcanzable tarea de documentar lo natural de la misteriosa y desconocida terranova que aparecía ante sus ojos.

En México, las aves rapaces diurnas son conocidas comúnmente como: zopilotes, águilas, aguilillas, gavilanes, milanos, halcones, cernícalos y caracaras. En América, particularmente en nuestro país, los pueblos naturales en lo antiguo y lo actual, las reconocen como parte de su cultura y cosmogonía, en lo material, espiritual y sagrado. Estas aves son representadas como deidades, mensajeros espirituales o símbolos de poder, en toda una gama de manifestaciones culturales de las diversas etnias y lenguas a través del tiempo.

El conquistador Hernán Cortés en 1522, relata la existencia de “una muy grande provincia que está a setenta leguas de Temixtitian (Tenochtitlán), que se dice Mechuacán”. Cortés documenta el botín de guerra, pero olvida relatar a su monarca el rasgo más sobresaliente del pueblo michoacano: el que esta rica provincia ¡Nunca pudo ser anexada al imperio Azteca! no vivió bajo su yugo ni sucumbió, debido al enorme poderío militar de sus habitantes, herederos del espíritu guerrero. Tal espíritu, presenta una particular identidad con uno de los grupos biológicos que más han permeado la ideología simbólica del poder, es decir, las Águilas: poderosas, místicas y sabias.

El simbolismo guerrero de Imperio Tarasco, pasajes míticos e históricos, está inscrito en la “Relación de Michoacán” que Fray Jerónimo de Alcalá escribiera en Tzintzuntzan en 1540, testigo de la historia Purépecha.

Cito algunos; “El reino Tarasco fue dominado por el cacicazgo o irechequa de Tzintzuntzan de gobernantes de linaje de los Uacúsecha o “Águilas” que funda Nahuatzen. Ticátame (gobernante) quien era Águila Uacúsecha, enojóse y sacó una flecha de su aljaba, armó su arco y tirósela a un cuñado”. Tariacuri, héroe cultural, guerrero, símbolo del poder central, devoto de Curicaveri (Dios del fuego) se convierte en Águila en la leyenda mítica. Hiripan contole, juntábanse sus señores llamados uacúsecha en la casa llamada del águila dedicada a Curicaueri. Sus plumas usadas para ritos de ofrendas durante la caza y declaraciones de guerra “era guarda de las águilas grandes, tenía más de ochenta águilas reales, otras pequeñas en jaulas…antes que peleasen llevaban plumas de águilas y dos flechas ensangrentadas…se ponían penachos de plumas de águilas…han de venir las águilas reales, que son los dioses mayores, y las otras águilas pequeñas, que son los dioses menores, y los gavilanes y halcones y otras aves muy ligeras de rapiña, llamadas tintiuáperne”.

Actualmente en Michoacán, dentro de su territorio, vuelan 35 tipos distintos de aves rapaces diurnas, 19 de las cuales están bajo alguna categoría de riesgo, debido principalmente a la cacería, destrucción del hábitat y colisión con automóviles. Al día de hoy, la información de la biología y ecología de las aves rapaces de Michoacán es limitada. Desde los estudios de finales del siglo XIX a los de la primera mitad siglo XX de naturalistas extranjeros, a los actuales de investigadores nacionales, básicamente reportan solamente qué especies están presentes en el estado. Preguntas como ¿qué hábitats prefieren? ¿cómo se distribuyen? ¿donde anidan? ¿qué comen? ¿cuantas nacen? ¿cuantas mueren y por qué? son un reto para los biólogos y conservacionistas.

En el Laboratorio de Vertebrados Terrestres Prioritarios de la Facultad de Biología de la UMSNH, se realizan esfuerzos hacia la investigación en aves rapaces. Dicho grupo de investigación, reconoce la importancia biológica, ecológica y simbólica de las aves rapaces. Debido a que son depredadores tope de la cadena trófica, indicadores de la perturbación del hábitat y controlan poblaciones de sus presas, resulta prioritaria su conservación.

Indudablemente, la historia mítica del pueblo Purépecha tiene la sustancia precisa para valorar aún más, la presencia de las aves rapaces en territorio michoacano. Debemos todos, hacer un esfuerzo por recuperar el valor y sentido de pertenencia que tenían los primeros pobladores hacia este grupo biológico. Recuérdese que a Curicaueri “sus padres” le encomendaron conquistar la tierra, en analogía, a las aves rapaces pareciera que se les encomendó conquistar los aires. Su poder y majestuosidad permanecen plasmados en los textos antiguos, y los michoacanos deberán resguardar tanto el valor simbólico como el papel que juegan dentro de los ecosistemas de la región y del patrimonio natural del estado de Michoacán.  El destino más glorioso —el cielo—correspondía a quienes se habían distinguido por una vida más meritoria; los guerreros y gobernantes.

Las aves rapaces viven en ese destino y dimensión de gloria, pero se requiere de un esfuerzo mayor del hombre para evitar se pierda su esencia en los cielos.

“aquella mujer se encontró con un águila blanca, empezó el águila a silbar, a enherizar las plumas, con unos ojos grandes que decían ser el dios Curicaueri, Díjole el águila: Sube aquí, encima de mis alas y no tengas miedo de caer…levantóse el águila, y empieza a silbar. Y llévola a un monte, y díjole aquel águila: Asiéntate aquí, y de aquí oirás lo que se dijere”

Relación de Michoacán.

Para Saber Más:

Alcalá, Jerónimo de. Relación de Michoacán. Estudio introductorio. Gean-Marie G. Le Clézio. El Colegio de Michoacán. México 2008.

CONABIO. La biodiversidad en Michoacán: Estudio de Estado. Gobierno del Estado. Secretaria de Urbanismo y Medio Ambiente. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. México, 2005

Urbina, T. F. Aves Rapaces de México. Centro de Investigaciones Biológicas UAEM. Cuernavaca Morelos. México1996. P.136.

Biol. Adrián Morales Salazar Zamudio, es estudiante del Programa Institucional de Maestría en Ciencias Biológicas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Laboratorio de Vertebrados Terrestres Prioritarios, Facultad de Biología.