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U.M.S.N.H. Año 14/ Septiembre - Octubre / No. 83



            Hablemos de trastornos de sueño y somnolencia          La somnolencia como un síntoma
                 Has  experimentado quedarte dormido en un               La somnolencia  diurna excesiva puede  ser
                 autobús o en una sala de espera? Este breve       un síntoma de la DT2, una enfermedad silenciosa
            ¿sueño puede variar desde unos pocos segundos          que se manifiesta con niveles de glucosa elevados
            hasta llegar al punto de gesticular sin darte cuenta,   y síntomas como hambre voraz, sed, frecuencia al
            lo que indica somnolencia. Este síntoma puede ser      orinar, pérdida de peso y necesidad de dormir. Es
            indicativo de trastornos de sueño y, en casos más      importante prestar atención a este último síntoma,
            graves, de enfermedades como la diabetes.              ya que la somnolencia diurna excesiva puede ser
                  El sueño es vital para la salud integral por su   una de las máscaras de la diabetes.
            función biológica y reparadora. El ciclo sueño-vi-
            gilia implica mantenerse despierto y dormir diaria-    La importancia del sueño en el control de los ni-
            mente en forma cíclica. De acuerdo con las necesi-     veles de glucosa
            dades de cada etapa de la vida, los recién nacidos           Durante el sueño ocurren cambios fisiológi-
            duermen entre 16 y 18 horas diarias; los niños, entre   cos como la reducción de la frecuencia cardíaca
            11 y 12 horas al día, y los adolescentes, necesitan    y la tensión arterial, lo que a veces puede causar
            al menos 10 horas de sueño nocturno. Los adultos       una mayor sensación de frío en la madrugada. Se
            duermen unas 8 horas, aunque pasan menos tiem-         producen hormonas como la leptina que regula la
            po en la etapa de sueño profundo y reparador.          saciedad y la melatonina, la hormona del sueño,
                  Cuando los  patrones  normales de sueño se       secretada  al inicio  de  la noche  para  promover  el
            interrumpen,  ocurren cambios a nivel cerebral  y      sueño e inhibida por la luz del día antes de desper-
            conductual que dan lugar a los llamados trastornos     tar; también influye en el consumo de alimentos.
            de sueño, es decir, cualquier trastorno que afecte el        La restricción de sueño y la falta de descan-
            dormir. Existen alrededor de cien trastornos del       so adecuado aumentan la sensación de hambre y
            sueño diferentes, los cuales afectan al 20 % de la     la preferencia  por  alimentos  ricos  en azúcares o
            población adulta. Un trastorno del sueño común         grasas, como papas, pastelillos y galletas. Dormir
            es la somnolencia diurna excesiva o también lla-       menos  reduce  la producción  de  melatonina, lo
            mada  hipersomnia,  manifestada  como sensación        que inhibe la producción de leptina y aumenta la
            de cansancio sin causa aparente.                       producción  de grelina,  la hormona gástrica que
                                                                   regula  el hambre.  Esta  alteración  en  el circuito
                                                                   hambre-saciedad  puede  cambiar  los hábitos ali-
                                                                   menticios, elevando el riesgo de aumento de peso
                                                                    y trastornos metabólicos como la DT2.
                                                                            La falta de sueño, relacionada con niveles
                                                                        elevados de glucosa en la sangre (hipergluce-
                                                                           mia), principal síntoma de la DT2, ha reci-
                                                                            bido gran atención debido a su conexión
                                                                             con  el ciclo  de  luz-oscuridad.  Estudios
                                                                             indican  una fuerte  asociación  entre la
                                                                              falta de sueño y mayores niveles  de
                                                                              glucosa,  colesterol y triglicéridos; in-
                                                                              cluso, mayores niveles de presión arte-
                                                                              rial, acompañados de una disminución
                                                                             en la sensibilidad a la insulina en perso-
                                                                            nas expuestas a luz nocturna. Estudios ex-
                                                                          perimentales en adultos sanos, han mostra-
                                                                         do que la restricción del sueño altera el perfil
                                                                       metabólico (resistencia a la insulina, mayores
                                                                   niveles de leptina, grelina y cortisol), mismos que
                                                                   refirieron  también  somnolencia  diurna  excesiva,
                                                                   aumento del apetito y disminución de la saciedad,
            Representación gráfica de las estrategias de higiene del sueño para   aumentando el riesgo de DT2.
            combatir la somnolencia diurna excesiva.




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