Eupatorium: Descubriendo su poder farmacológico

Escrito por Katia Lizbeth Alonso-Hurtado y Mauro Manuel Martínez-Pacheco

Con frecuencia escuchamos que nuestra tierra es pródiga en seres vivos, que tiene una impresionante riqueza florística y que muchas plantas son nativas del estado de Michoacán, pero muchas las desconocemos. En este sentido, te presentaremos a una de ellas: su nombre científico es Eupatorium y, como todo ser vivo, tiene un nombre común de acuerdo con la especie a la que se esté refiriendo (algunas de ellas te las describiremos más adelante). Es importante mencionar que su parecido morfológico dificulta su identificación taxonómica. Por otra parte, algunas producen compuestos que podrían usarse en la prevención de afecciones secundarias derivadas de enfermedades crónicas asociadas al estilo de vida, como la catarata que es una afección secundaria de la diabetes y es el propósito de nuestra investigación.

 

¡Descubriendo el poder farmacológico de una planta llamada Eupatorium!

Esta historia comenzó en Guacamayas, una tenencia de Lázaro Cárdenas ubicada en la costa michoacana. De niña, cuando jugaba entre los matorrales, le decía a mi hermana: ¡Oye! Mira eso. Esas plantitas tienen insectos, huelen bien y tienen colores padrísimos como los del arcoíris. ¡Son sorprendentes! Para mi asombro, cuando visitaba a mis abuelitos en un pueblito llamado Sicuicho, en Los Reyes, Michoacán, las volví a ver en la orilla de la carretera. En ese momento mi curiosidad aumentó: ¡Me encantaría saber la razón de por qué están por todas partes!, exclamé con mucho entusiasmo. Años más tarde se presentó la oportunidad de estudiar su composición química y descubrí que aquella plantita se llama Eupatorium y que algunos compuestos que la conforman son candidatos para prevenir la formación de catarata en personas que viven con diabetes.

 

Comencemos por la primera pregunta ¿Quién es Eupatorium?

Eupatorium es un género vegetal que pertenece a la familia de las Asteráceas, el cual ha estado en intensa y crítica revisión taxonómica debido a que las características morfológicas de las hojas y de las flores entre especies son a menudo indistinguibles, lo que da lugar a mucha confusión. Este género agrupa a más de 1 200 especies vegetales que se encuentran distribuidas en casi todos los continentes, excepto en la Antártida. Las especies de Eupatorium crecen cerca de los cuerpos de agua, en las orillas de arroyos y en los ríos en zonas templadas, subtropicales y tropicales. También en climas cálidos con gran humedad relativa, incluso algunas al margen de los bosques. A la fecha, el nivel taxonómico de especies no favorece el cálculo directo y preciso del número de las especies de Euptorium que habitan en el territorio michoacano.

 

¿Por qué crece en Michoacán?

Michoacán tiene una amplia diversidad de climas y suelos que propicia la existencia de diferentes ecosistemas, en donde viven aproximadamente 5 000 especies vegetales. Por ello, lo ubican en el quinto lugar de biodiversidad florística en la República mexicana. Aquí, varias especies de Eupatorium están distribuidas en el 70 % del territorio estatal. La región con mayor número de especies es la cuenca del río Balsas, que está delimitada por el eje neovolcánico y la Sierra Madre del Sur.

Y si te preguntas, ¿dónde queda eso? Quizás estás muy cerca de ella, el sitio es parte de la cuenca del río Balsas, que abarca regiones de varios estados como Morelos, Tlaxcala, Puebla, Jalisco, Guerrero, Oaxaca, Estado de México y Michoacán. Entre los municipios michoacanos que forman parte de la cuenca se encuentran Lázaro Cárdenas y los Reyes. Mmmm… ¡Ahora todo tiene sentido! Las Guacamayas y Sicuicho forman parte de la cuenca del río Balsas.

Especies de Eupatorium utilizadas en nuestro equipo de investigación: A) E. areolare, B) E. arsenei, C) E. cardiophyllum, D) E. dolichobasis, E) E.
glabratum, F) E. lasioneuron, G) E. mairetianum, H) E. petiolare, I) E. pichinchense y J) E. pulchellum. Fotografías: García-Sánchez y Soto-Rangel.

Sin embargo, ¡hay algo que debemos aclarar!

Eupatorium no es una planta fácil de identificar y estudiar, ya que su semejanza anatómica confunde a simple vista, de hecho, muchas han sido reclasificadas en otros géneros como el de Ageratina. Una de las características de Eupatorium es que tienen flores con pelillos de color violeta pálido, azul o blanco que presentan un aroma al estrujarse. La mayoría de las personas las consideran «maleza» porque crecen en todos lados, incluso cerca de la carretera o de cultivos y persisten a condiciones extremas. Si algún día pasas cerca de la carretera y ves plantas con flores que tienen pelillos de color violeta pálido, azul o blanco y te ubicas en alguna parte de la cuenca del río Balsas, seguramente estarás viendo una especie de Eupatorium.

 

¿Para qué sirve Eupatorium?

Algunas especies de Eupatorium se han utilizado en la medicina tradicional para la reducción de la inflamación y en el tratamiento contra la malaria, las bacterias y los hongos; otras se utilizan de ornato; una más para la recuperación de zonas deforestadas o perturbadas; mientras que de muchas desconocemos su biología, ecología y registros históricos de usos medicinales. Una observación que se extiende a muchas otras plantas que no tienen estudios químicos y farmacológicos que den sustento a su uso en la medicina tradicional.

Algo interesante es que cinco especies que tienen uso en la medicina tradicional se ubican en Michoacán, Eupatorium areolare (Borreguillo), Eupatorium arsenei (falso Tabardillo), Eupatorium glabratum (Chamiso), Eupatorium petiolare (Huriapen o Pexto) y Eupatorium pycnocephalum (Cruz dulce chica). Recientemente, en Eupatorium identificamos compuestos químicos que previenen la formación de catarata diabética en ensayos de laboratorio, al observarse la inhibición de la enzima aldosa reductasa, una enzima relacionada con la formación de catarata en pacientes con diabetes.

 

Te preguntarás ¿Qué es la catarata? ¿Quién es aldosa reductasa? y ¿Cómo Eupatorium previene la formación de catarata?

En pacientes que viven con diabetes descontrolada, la concentración de glucosa en su sangre aumenta y como consecuencia su salud se deteriora. Diversos procesos fisiológicos en órganos y tejidos se afectan, por ejemplo, los ojos sufren un daño irreversible. Te explico. Nuestros ojos son un órgano complejo donde encontramos una lente transparente y biconvexa que se llama «cristalino», muy parecida a una gomita de sabor coco. Esta estructura nos permite enfocar los objetos y crear una imagen definida de lo que observamos. Cuando las personas llevan mucho tiempo con diabetes, en ese cristalino aparece una mancha blanca opaca que impide una visión normal. Esa opacidad la conocemos como «catarata». En esta afección está implicada una molécula que nombramos sorbitol: el producto de la enzima aldosa reductasa.

La aldosa reductasa es una enzima que trabaja mucho más que de costumbre en la conversión del exceso de glucosa que existe dentro del cristalino. Su trabajo consiste en reducir la glucosa a sorbitol, una molécula que es tóxica en grandes concentraciones. ¡Imaginémoslo así! El cristalino es una bolsita que está llena de agua, el sorbitol provoca una mayor captación de agua dentro del cristalino, lo que genera que esa bolsita se hinche y pierda su funcionalidad. Entonces, ¿cómo funciona Eupatorium? Lo que pasa es que algunos compuestos químicos de esta planta inactivan a la aldosa reductasa y, al hacerlo, los niveles de sorbitol disminuyen y potencialmente baja la afección que provoca la catarata.

 

¿Las plantas son una esperanza farmacológica?

Las experiencias en el uso de plantas en la medicina tradicional y la investigación fitoquímica, han contribuido a la introducción de nuevas moléculas en la medicina moderna occidental, en donde el 80 % de los fármacos de uso clínico provienen de plantas. Por otra parte, la medicina tradicional se define como la suma de conocimientos, técnicas y prácticas fundamentadas en teorías, creencias y experiencias de diferentes culturas que se utilizan para mantener la salud física y mental. Mientras que, la fitoquímica es una disciplina que estudia los compuestos químicos presentes en las plantas, particularmente de los metabolitos secundarios o productos naturales que son característicos de una especie, género y/o familia vegetal. Por lo que el conocimiento de las plantas medicinales, la química y la farmacología, contribuyen al bienestar y salud de las personas.

 

Pero, ¡mucho ojo!

Para hablar de una aplicación farmacológica, los científicos y tecnólogos debemos realizar muchos y diversos estudios químicos y biológicos que nos permitan describir cuáles son los compuestos químicos que tienen efecto en un organismo o sobre una actividad específica. Es decir, no solo podemos ir a cortar a Eupatorium a las orillas de la carretera y usarla. Antes debemos informarnos con el médico tradicional e investigar si las concentraciones y otros compuestos de las plantas no ponen en riesgo nuestra salud.

 

Y finalmente, comprendí que…

En Michoacán existe un gran número de especies de Eupatorium que no han sido estudiadas y de las cuales se desconocen sus metabolitos bioactivos. ¡Puedes creerlo, tenemos un área de oportunidad enorme para la búsqueda de nuevas moléculas con potencial en el área farmacológica! Particularmente, me emociona mucho la posibilidad de que en Eupatorium se descubran moléculas que prevengan la formación de catarata.

 

 

 

Para Saber más: 

World Health Organization (WHO). (2019). WHO global report on traditional and complementary medicine. Geneva: World Health Organization. Licence: CC BY-NC-SA 3.0 IGO. https://apps.who.int/iris/handle/10665/312342

 

García-Sánchez, E., Ramírez-López, C.B., Del Río-Torres, R.E.N. y Martínez-Pacheco, M.M. (2011). A revision of Eupatorium (Compositae: Eupatorieae) from Michoacán. Phyton Argentina, 80(2), 139-146. http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-56572011000200004

 

García-Sánchez, E., Ramírez-López, C.B., Martínez-Muñoz, R.E., Flores-García, A., Del Río, R.E. y Martínez-Pacheco, M.M. (2015). Antibacterial activity of some medicinal Eupatorium species against antibiotic-resistant pathogenic bacteria. Polibotánica, (39), 91-101. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=62137097005

 

Katia Lizbeth Alonso-Hurtado. Estudiante del programa de Doctorado en Ciencias en Biología Experimental, Instituto de Investigaciones Químico Biológicas, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

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Mauro Manuel Martínez-Pacheco. Profesor-Investigador del Laboratorio de Fisiología Celular, Instituto de Investigaciones Químico Biológicas, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

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