Zapote blanco, una medicina prehispánica

Escrito por Juan Christian Altamirano-López y Alejandra Hernández-García

Flores de zapote blanco. Fotografía: Alejandra Hernández-García.

Hola, mi nombre es Tonatiuh, un médico brujo de la gran Tenochtitlan. Una de mis principales labores es investigar plantas o árboles que sean útil para nosotros, que nos ayuden con ese dolor de estómago, dolor de cabeza, he incluso para hablar con nuestros dioses. Hoy te voy a platicar del iztlactzopotl, una planta que conoces como zapote blanco.

Este árbol (Casimiroa edulis La Llave et Lex.) es originario del centro México y pertenece a la familia Rutaceae; disfrutábamos de su fruto verde muy aromático con un rico sabor mantequilloso que aportaba a nuestro cuerpo vitaminas y minerales. Pero no solo usábamos el fruto, sino también las hojas de estos árboles como infusión. Al tomarlo nos relaja totalmente, bajando nuestra presión arterial, quitando nuestra ansiedad, he incluso nos hacía dormir profundamente. Las hojas cocidas no las tirábamos, sino que las usábamos cuando alguien recibía un golpe en la cabeza o en otra parte del cuerpo para aliviar la inflamación. Las semillas las triturábamos y las usábamos para evitar infecciones en las heridas de nuestros guerreros.

Todos estos beneficios que tiene el zapote blanco, lo transmitimos de generación en generación, hasta que los actuales médicos brujos, es decir, los actuales científicos, se han preguntado…

 

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¿Qué contiene el zapote blanco?

El zapote blanco contiene sustancias químicas que tienen efectos sobre nuestro cuerpo. Estos componentes son conocidos como metabolitos secundarios que son producidos por las plantas para defenderse de los animales que se las quieren comer, pero también de insectos, hongos o bacterias. En el zapote se han encontrado metabolitos secundarios como los terpenos (que dan aroma y sabor a las plantas), polifenoles (que protegen a las plantas de la luz ultravioleta y forman pigmentos) y alcaloides (que ayudan a eliminar sustancias que ya no necesitan las plantas).

En las hojas y en los tallos del zapote blanco se han encontrado diversos grupos de metabolitos, les mencionaré algunos ya que sus nombres son un poco complicados, como el cariofileno y el germacreno D, del grupo de los terpenos; algunos compuestos polifenólicos como la herniarina y la imperatorina. En las semillas se han identificado algunos alcaloides principalmente edulina, histamina, zapotidina y casimiroidina. Estos compuestos son los que ahora ustedes utilizan en los medicamentos o jarabes.

Los científicos han confirmado los beneficios del zapote blanco por sus metabolitos secundarios encontrados, ya que presentan diferentes tipos de actividad biológica como la hipotensora (reduce la presión arterial), sedativa, antioxidante (reduce la oxidación celular), antimicrobiana (inhibe el crecimiento de bacterias), hipoglucémica (regula el nivel de glucosa en sangre) y adipogénica (formación de adipocitos a partir de células madre). Como ves, gracias a que se realizan investigaciones científicas por las propiedades medicinales que por años le hemos atribuido a las diferentes partes del zapote blanco, ahora es posible corroborar algunos de sus usos.

Algunas personas todavía recolectan partes del zapote para uso medicinal tradicional, solo que se enfrentan con ciertas dificultades que a continuación te describo.

 Hojas de zapote blanco. Fotografía: Alejandra Hernández-García

¿Qué problemática presenta este árbol?

Cuando yo vivía en la Tenochtitlan teníamos una abundancia de estos árboles que eran muy fáciles de identificar por su característico tronco color grisáceo, un gran tamaño de casi 12 metros de altura, con hojas muy características, ya que presenta cinco divisiones, ahora llamados foliolos, un racimo de flores amarillas y, claro, el característico fruto verde con su pulpa blanca. Pero, a lo largo del tiempo, he observado cómo poco a poco las poblaciones de estos árboles se van reduciendo, en algunas áreas hasta han desaparecido. La contaminación, la deforestación y el crecimiento de la mancha urbana, han limitado que algunos árboles solo se encuentren en ciertas reservas ecológicas o en predios privados, dificultando la recolección de frutos y otras partes curativas del zapote.

Nosotros utilizamos este árbol principalmente como fuente de alimento por su fruto muy delicioso que, por cierto, no                                                         hay que confundirlo con otros zapotes, frutos también así llamados en nuestro país como el zapote negro (Diospyros nigra), el chicozapote (Manilkara zapota), el zapote amarillo (Pouteria                 campechiana), incluso hasta el mamey (Pouteria sapota), que de hecho pertenecen a otra familia botánica, por ejemplo, el negro a la familia Ebenaceae y los demás, a la familia Sapotaceae. Pero, también usábamos la corteza molida en las heridas y como infusión, calentando el agua y colocando las hojas con un toque de miel, la bebíamos por la mañana o la noche. Sin embargo, para usar como infusión este tipo de plantas, tenemos que recolectarla de lugares limpios, donde el humano no tenga interferencia directa o indirecta sobre el árbol. Es importante que usemos las hojas sin contaminantes.

 

¿Qué podemos hacer para continuar utilizando al zapote blanco?

Lo primero que se nos ocurre, es conservar las poblaciones silvestres y los que se cultivan en traspatios en diferentes comunidades de México, incluso los de algunos huertos urbanos; además, hay que proponer sistemas de propagación masiva por semilla para mantener la variabilidad genética de la especie y así conservar las propiedades medicinales, o bien, por el cultivo a partir de estacas.

Actualmente conozco la existencia de nuevas tecnologías que podrían potencialmente evitar la desaparición del zapote blanco o la disminución de sus poblaciones, me refiero al cultivo in vitro de células, tejidos y órganos vegetales, una herramienta de la biotecnología moderna que aporta conocimiento para la propagación masiva de plantas y para su conservación (Saber Más, 57, 47-51).

Con los cultivos in vitro, es posible conservar embriones cigóticos y pequeños fragmentos de hojas y tallos, en condiciones de temperaturas ultra bajas como la crioconservación (-196oC) en bancos de germoplasma tecnificados que tienen la finalidad de conservar plantas de alto valor agrícola, medicinal, ornamental y forestal, pero principalmente de aquellas que están en riesgo de extinción. También los cultivos in vitro de plantas son utilizados para realizar estudios de producción de metabolitos secundarios, como los que contiene el zapote blanco, para determinar los factores involucrados en la alta producción de estos compuestos.

Espero que esto que les cuento desde la gran Tenochtitlan, les ayude a entender la importancia de conocer las propiedades medicinales de las plantas —no solo del zapote blanco— y lo que debemos de hacer para conservar las especies que nuestros ancestros han cultivado y utilizado, así como continuar con investigaciones científicas que confirmen su uso para entender qué parte es la adecuada y qué dosis es la efectiva, recordemos que no por ser una «medicina» natural, no corremos riesgo de intoxicarnos.

 

Para Saber más:

 

Hernández-García, A. y Barrales-Cureño, H.J. (2021). Micropropagación: Al rescate de plantas en riesgo de extinción. Saber Más, 10, 47-51. https://www.sabermas.umich.mx/archivo/articulos/507-numero-57/986-micropropagacion-al-rescate-de-plantas-en-riesgo-de-extincion.html

 

SIRE-Paquetes Tecnológicos. Casimiroa edulis Llave. CONAFOR. CONABIO. http://www.conafor.gob.mx:8080/documentos/docs/13/896Casimiroa%20edulis.pdf

 

Zapote Blanco. Herbal Safety. The University of Texas at El Paso https://www.utep.edu/herbal-safety/hechos-herbarios/hojas-de-datos-a-base-de-hierbas/zapote-blanco.html

 

Juan Christian Altamirano-López. Estudiante del Programa Institucional de Maestría en Ciencias Biológicas, Área Temática de Biotecnología Alimentaria, Facultad de Químico Farmacobiología, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

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Alejandra Hernández-García. Académica del Instituto de Investigaciones Químico Biológicas, Laboratorio de Biotecnología Vegetal, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

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